Raymond J. Wennier
raymondwennier@yahoo.com

La semana pasada pinté algunas razones de la deserción escolar y la repetición del primer grado de primaria. El grupo que sí se queda, va disminuyendo conforme cursan la primaria al punto que únicamente el 70% de los inscritos en primer grado termina el sexto grado. Prensa Libre del 12 de octubre del año pasado, en sus titulares dice “El 30% de niños no termina la primaria”. Además de lo presentado, sigo preguntando ¿Por qué no se quedan en la escuela? ¿Hay un estudio serio que investiga las razones de los alumnos, la metodología de los maestros y el rol de los padres de familia? Tener los resultados de un estudio así, podría ser la base para hacer buenas decisiones de aquí en adelante.

Estadísticas publicadas por La Hora el 31-1-17, indican que hay 418 mil 249 niños entre las edades de 7 a 12 años que están fuera del sistema escolar. Así mismo, hay 700 mil entre las edades de 13 a 15 años y 900 mil entre las edades de 16 a 17 años, también fuera del sistema escolar. De nuevo pregunto ¿por qué?

Las estadísticas de esos niveles, opino, son resultado de la deserción y repetición de los primeros años escolares.

Más dudas y preguntas tengo y son: ¿Dónde están esos niños y jóvenes? ¿Qué están haciendo? ¿Qué pueden hacer? Esas preguntas son para iniciar un cuestionamiento porque hay muchas más.

Según las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística, INE, marcan que hay 16.1 millones de población (a finales del 2015), de los cuales el 60.1% son menores de 25 años. Significa que hay 9 millones 676 mil 100 personas menores de esa edad. De acuerdo a las estadísticas anteriores, de niños y jóvenes que no están en escuelas o en institutos, representa un 26% de la población. Nuevamente pregunto: ¿Dónde están y qué están haciendo?

Voy a saltar rápidamente al propósito principal de este, como continuación al de la semana pasada.

Si no hay una razón para seguir en la escuela o en el instituto, si la familia no valora la educación y no exige a sus hijos asistir y aprovechar conocimientos, entonces los jóvenes buscan qué hacer para sentirse valorados y que se conceda valor a lo que hacen. Es parte de la naturaleza humana y los jóvenes entre los 11 y los 18 años, buscan ser aceptados por un grupo. Eso significa que ellos también tienen que aceptar las reglas y las acciones de las personas que conforman el grupo al que se unen.

Luego, los jóvenes toman la decisión de juntarse con una banda (“gang”) para lograr aceptación. Los resultados, monetariamente hablando, son mejores que tener “un buen trabajo”, un “buen salario” y un “buen futuro”, aunque sea ilícito lo que hacen.

Las “gang” o bandas, satisfacen las necesidades de tener “honor” (lamentablemente) por lo que hacen, “lealtad” por no delatar a otros aunque para ellos signifique ir a prisión, “compañerismo”, porque se sienten miembros de una “familia”. Creo que otra necesidad, es obtener el “respeto” del grupo algo que nunca antes sintieron, ni en su familia ni en la escuela.

Es desafortunado que la edad de deserción de la escuela esté bajando; observamos que niños de 10 años son parte de las bandas y hasta matan para lograr ser “reconocidos y “respetados”.

¿Por qué sigue sucediendo eso?

Artículo anteriorUrgente reforestación de Guatemala II
Artículo siguienteLa base de nuestro contrato social