Fernando Mollinedo C.
Los aniversarios de las fiestas patrias ahora sólo duran uno o dos días en los cuales se ejerce el “patriotismo”: el 14 con la izada de la bandera a las seis de la tarde y el 15 con el desfile cívico militar. Este año no hubo actos de protocolo el 14 por la protesta popular que hizo la población frente al Palacio Nacional y tampoco desfile, pues el Presidente temiendo reacciones políticas de la población requiriéndole su dimisión, prefirió suspenderlo.
Recuerdo en mis épocas de alumno, profesor de educación secundaria y catedrático en la universidad, al ejercer el patriotismo lo hicimos con un claro sentido homogenizado de pertenencia a nuestra Nación, derivándose el sentimiento patriótico sin diluir, el que inspiraba el orgullo guatemalteco. Ahora, el patriotismo solo emerge en nuestra personalidad para los días de esta fiesta y expresar la efusividad por una patria a la que se olvida el resto del año y nada más.
El día de la independencia, los corazones de los guatemaltecos se vuelcan por su amor al país conduciendo antorchas o erizándose la piel al escuchar el Himno Nacional, la granadera o gritando ¡Viva la Independencia! aunque no sepa quién hizo algo para lograrla.
De unos veinte años hasta hoy, solo nos queda un velo de patriotismo, un sentimiento abstracto que carece de sentido y contenido por: A) lo que ya no somos: una patria unida e identificada con valores sociales respetables, B) por el despojo del patrimonio nacional que nos fue arrebatado y ya no poseemos como nación pues fueron privatizados los servicios públicos de Telgua, Fegua, Empresa Eléctrica de Guatemala, Indeca, Bandesa, Aviateca, Inde, Correos y Telégrafos, concesión de redes de carreteras (Caminos), privatización de los servicios sociales del IGSS y otras más por medio de actos lícitos, pero inmorales como concesiones, usufructos y/o venta a empresas transnacionales de ese patrimonio nacional.
El hablar de patriotismo nos remite a conocer su significado, en un sentido amplio, se entiende que es el lugar donde se nació y conlleva la posesión de una cultura y lo que ella representa; en el campo cívico es el sentimiento que se desarrolla en cada persona para cumplir con los valores éticos y morales nacionales enseñados desde el hogar, la escuela y el entorno social.
Hay personas sumamente comprometidas con su patria, otras a quienes les es ajena llegando al extremo de odiarla, menospreciar y negarla o en ciertas ocasiones la perciben sintiendo el atributo de la pertenencia y su amor por ella; se vive la identificación de guatemalteco cuando se da sentido al significado de la bandera, del Himno Nacional, a los equipos y atletas de las distintas disciplinas deportivas que representan a Guatemala.
La Historia nos enseña que la conducta corrupta y sistemática de los gobiernos y sus inmorales funcionarios desnacionalizó al país y disolvió el sentimiento patriótico diluyéndolo casi por completo quedando un poco de sentimiento patriótico y amor a la patria identificado con la realidad que se vive. La Nación se quedó en el pasado, las fronteras se diluyen y los guatemaltecos entramos a ser parte de la globalización.