Por ERIC NÚÑEZ,
SAN FRANCISCO,
Agencia AP

Con el Clásico de Otoño empatado 1-1, el mánager de los Reales Ned Yost tendrá que lidiar con el reto que todo equipo de la Liga Americana debe lidiar al ir al feudo de su rival de la Nacional.

Desde 2006, los equipos de la Americana tienen foja de 7-15 en los estadios del Viejo Circuito, donde tienen que renunciar al uso del bateador designado.

_Depo24_1bPara los Gigantes, se trata de la oportunidad para barrer los siguientes compromisos y poder disfrutar de algo que no pudieron hacer cuando en 2010 y 2012 se proclamaron campeones: celebrar en su propia casa.

«Estamos otra vez desde cero. Nos hubiera gustado más haber ganado el segundo juego, pero estamos de vuelta en nuestro estadio», dijo el tercera base de los Gigantes Pablo Sandoval, quien lleva 25 partidos consecutivos embasándose en la postemporada. «Desde el viernes tenemos que enfocarnos en nuestro trabajo, lo que nos ha llevado hasta aquí».

San Francisco sustrajo un triunfo 7-1 en el primer encuentro, rompiendo el invicto en ocho desafíos de los Reales en esta postemporada. Pero Kansas City respondió imponiéndose 7-2 en el segundo encuentro, vulnerando al relevo de San Francisco.

Pérez y Omar Infante remolcaron dos carreras cada uno. Los venezolanos estarán sin duda en la alineación el viernes, pero es casi seguro que Billy Butler —el bateador designado que también produjo dos anotaciones el miércoles— irá a la banca.

Butler batea a la derecha y es el quinto en el orden ofensivo. La primera base es la única posición en la que el corpulento pelotero podría desempeñarse, así que uno de los bateadores más productivos de los Reales —con .273 de promedio y siete impulsadas en esta postemporada— sería limitado a funciones de emergente.

No se descarta que en el quinto juego sea titular en la primera base para enfrentar al zurdo de los Gigantes Madison Bumgarner. Pero se antoja harto difícil que Yost descarte al zurdo Eric Hosmer —el titular de la inicial— frente a dos abridores derechos en el par de juegos inmediatos.

«Son reglas distintas», dijo Butler con un aire de resignación. «Estaré preparado para lo que el equipo necesite y espero poder estar para situación importante y contribuir de alguna forma. Muchas veces en la Liga Nacional, se tiene que vaciar la banca más de lo que se hace en la Liga Americana».

Durante la campaña regular, Butler actuó en 35 juegos como inicialista debido a lesiones de Hosmer y totalizó seis turnos como emergente, con cuatro hits, incluyendo un jonrón.

En lo otro que la ausencia de Butler afecta a los Reales, es que ahora los lanzadores Jeremy Guthrie, Jason Vargas y James Shields deberán batear después de Mike Moustakas. Pérez, quien también sacudió un jonrón en el primer juego, da señales de levantar su ofensiva y podría pasar a ser el quinto en el orden al bate en caso que Yost quiera mantener a un derecho entre los zurdos Hosmer y Alex Gordon.

Los Reales también tendrán que aprender sobre la marcha las peculiaridades del AT&T Park, un estadio en el que la mayoría de sus titulares nunca ha estado.

El estadio junto a la bahía de San Francisco puede ser traicionero para los novicios con sus bullpens situados en territorio de foul, además del enorme y angulado muro del bosque derecho.

«Tendremos que adaptarnos rápidamente», advirtió el segunda base Infante.

En cuanto a los abridores, Tim Hudson saldrá por los Gigantes contra Guthrie en el duelo del viernes.

Después de 16 derrotas y siete fallidas series de postemporada, el derecho Hudson finalmente subirá al montículo en una Serie Mundial.

Guthrie es un veterano con 11 años de experiencia que debutó en postemporada al lanzar ante Baltimore en la serie de campeonato de la Americana.

«Con el pitcheo que ellos tienen y el nuestro, y el estilo que ambos tenemos, vamos a tener una pelea en cada juego», avisó el mánager de los Gigantes Bruce Bochy.

Obviamente, Bochy no se está refiriendo a un nuevo conato de pelea entre Pérez y Strickland. Sencillamente es un duelo reñido entre dos equipos que juegan con intensidad y siempre listos para dar el zarpazo frente al mínimo parpadeo del adversario.

«Sabíamos de antemano que esta sería una Serie Mundial de tomar y dar», señaló dijo el jardinero de los Gigantes Gregor Blanco.

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