Raymond J. Wennier
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En esta época, la competencia en las organizaciones y en especial en las empresas, está en primer plano. Es aquí donde el doctor Peter enfatizó su teoría. Ser competente, es subir en la escalera de promociones sin importar cómo se hace. Sin embargo, esa acción ascendente “forzada”, saca a la persona de la realidad en que se encuentra. Por eso hay tanto lo que se llama “Up-ward mobility” en todas las organizaciones. Se ve en los constantes cambios de una empresa a otra para tener ese “mejor trabajo” y por lo tanto un mejor sueldo. Eso está siendo promovido por una sociedad de consumo, obtener objetos materiales es el fin en sí. En la política se ve esa movilidad constantemente. Es la contaminación, el “veneno” de la democracia “red tape”. Para componer esa contaminación siempre se ponen más reglas, más burocracia.

En una conclusión rápida, es que en una jerarquía, cada empleado y aún cada jefe, tienden a llegar a su “nivel de incompetencia”. A esto se le llama “Peter Principal”. Para cada trabajo existente en el mundo, hay alguien que no puede realizarlo aunque crea que sí puede hacerlo.

Hoy se habla de que las organizaciones son “planas” lo que quiere decir que hay menos jerarquías y los jefes están al mismo nivel que los trabajadores. Es una organización que valora más las opiniones de sus trabajadores, es más participativa y más democrática. Así es la base que exponen los expertos que vienen a dar pláticas sobre el liderazgo con todas las teorías “nuevas” colaterales, la “neurología en el liderazgo”, etc.

En 1972, el doctor Peter dijo “Haga tres predicciones correctas consecutivas y usted establecerá una reputación como experto”. De todas las sugerencias dadas por el doctor Peter para evitar escalar a su nivel de incompetencia, considero su explicación a propósito de la “Peter Prescription” de gran valor: “Es alcanzar la felicidad en todos los aspectos de la vida. Eso se logra por la autorrealización que es cumplir con su mejor potencialidad mientras se evita caer en la incompetencia”.

Todos, en algún momento de nuestro ejercicio profesional, debemos preguntarnos si estamos llegando a nuestro nivel de incompetencia. En cuanto a muchos políticos, basta escuchar las noticias para saber que ya llegaron a ese nivel. Sería bueno que buscaran nuevos horizontes.

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