Por CHRISTOPHER RUGABER
WASHINGTON
Agencia (AP)
Debido al marasmo en la actividad comercial, el cierre de refinerías y las dificultades de la gente para retomar sus vidas, los huracanes “Harvey” e “Irma” podrían asestar un doble golpe a la economía de Estados Unidos.
Harvey paralizó una quinta parte de la capacidad de refinación de crudo de la nación y redujo considerablemente la producción de combustibles, según Bank of America Merrill Lynch.
Los consumidores también gastarán menos en los periodos inmediatos posteriores a ambas tormentas. Incluso quienes estén dispuestos a hacer compras encontrarán tiendas y restaurantes cerrados.
Debido a Irma, los turistas postergarán o descartarán sus viajes a las playas de Florida o a Disney World. Las plantas petroquímicas también están cerradas, lo que merma la producción de plásticos.
Todavía es prematuro calcular los daños causados por ambas tormentas, en particular los de Irma. El huracán Harvey podría haber causado pérdidas por 108 mil millones de dólares, según Bank of America Merrill Lynch, las segundas de mayor magnitud después de las de Katrina.
Mark Zandi, economista jefe de Moody’s Analytics, proyecta que los daños de Irma alcanzarán entre 64 mil millones y 92 mil millones de dólares.
Aunque el costo económico es nada comparado con el costo humano, los analistas calculan que la tasa anualizada de crecimiento de la nación bajará entre medio punto y un punto porcentual en el trimestre julio-septiembre respecto a como hubiera sido sin las tormentas.
Sin embargo, la reparación, reconstrucción y la compra de vehículos y otros bienes para remplazar los que se perdieron darán un impulso a finales de año y principios de 2018.
“La actividad de construcción será intensa en las zonas afectadas”, pronosticó Ian Shepherdson, economista en jefe de la firma Pantheon Macroeconomics.
“Las compras de materiales de construcción, muebles, aparatos electrodomésticos y vehículos serán más altas de lo que hubieran sido en otras circunstancias”, agregó.
Los desastres naturales catastróficos a menudo no deprimen la economía estadounidense a largo plazo. La destrucción de propiedad reduce la riqueza total de la nación. Sin embargo, todas las labores de reconstrucción y restauración tienden a estimular el crecimiento económico en los meses siguientes.
La reconstrucción puede llevar tiempo. Después que el huracán Katrina azotó Nueva Orleans en 2005, los permisos de construcción de viviendas tardaron siete meses en volver a sus niveles previos al huracán, según Goldman Sachs.
Los economistas de Goldman calculan que Harvey e Irma mermarán el crecimiento en 0,8 puntos porcentuales para el trimestre julio-septiembre, para una tasa anualizada de 2%.
Pero auguran una recuperación saludable en la que la actividad económica anualizada será 0,4 puntos porcentuales más alta en el trimestre octubre-diciembre, 0,2 puntos porcentuales mayor en el trimestre enero-marzo de 2018 y 0,4 puntos porcentuales más alta en el periodo abril-junio.
Irma ha causado al momento menos daños de lo que se temía al principio.
El analista de Citi, James Naklicki, calcula que el costo total podría alcanzar 50 mil millones de dólares, muy por bajo de los 150 mil millones previstos inicialmente.