Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.com.gt
@ppmp82

Hace unos días decía que no había forma de que el Congreso fuera a declarar con lugar el antejuicio contra Jimmy Morales por financiamiento electoral ilícito, porque lo que se decidía era mucho más importante que la Presidencia de Morales: era el sistema el que estaba en juego y por eso es que no costó nada que los “enemigos” se pusieran de acuerdo para ignorar el informe de la Comisión Pesquisidora y ahora todos se confirman como esas bandas que ayer capturó la PNC y el MP por montones.

Tras conocerse la noticia, Morales salió a las redes sociales para decir que su silencio fue producto del respeto que tiene hacia las instituciones (silencio ante los medios porque se atrincheró en Casa Presidencial en donde recibió a todos sus aliados), entonces sería conveniente que ahora dé la cara para explicar en qué consiste ese plan que tiene para debilitar las leyes y las instituciones, mismo que le ha encomendado a su Ministro de Finanzas.

En una columna pasada preguntaba qué iba a ser de Guatemala una vez el Congreso defendiera el sistema, porque aquellos que “dicen” apoyar la lucha contra la corrupción con mil excusas, nunca hablan del sistema, de sus vicios y de los beneficios que representa para algunos.

En el pasado sí se oyó que deseaban elecciones bajo las mismas condiciones que han permitido cooptación y al día de hoy nos siguen diciendo que bajo las mismas reglas y con los mismos vicios, seguiremos construyendo democracia; eso es como que nos digan que bajo las mismas reglas, el narcotráfico ayuda a la salud de las personas, así de ridículo.

Dejémonos de pajas; quien diga que apoya la lucha contra la corrupción pero no dice nada del sistema, de sus vicios, quien no hable del financiamiento electoral y sus réditos, quien no mencione que los tres poderes del Estado son guardianes del sistema, quien no diga que el sistema de compras está colapsado, quien no acepte que la justicia está secuestrada y en trapos de cucaracha, quien no reconozca que la Contraloría es una cacharpa inútil, etc., es alguien que se llena la boca, pero en realidad solapa la corrupción.

Es una realidad que Jimmy Morales seguirá siendo Presidente y la gente marginada de este país será más marginada que antes, aunque de eso nadie habla porque estamos muy cómodos con las condiciones que expulsan gente, ya que eso nos garantiza recibir miles de millones en remesas.

Ingenuos o muy “vivos” serán aquellos que decidan venir a invertir en Guatemala en estas condiciones en las que hacemos lo que sea para debilitar la lucha contra la corrupción a la vez que buscamos fortalecer un sistema que premia al pícaro; un país cuyo mayor debate es sobre la ideología y la lucha de clases, está condenado al fracaso eterno para las masas y la bonaza para la mafias.

Lo lógico ahora sería oír de Morales y sus aliados sus planes para luchar contra la corrupción, pero en lugar de eso se preparan para cooptar todo ahora que el Congreso ya se probó como trinchera del sistema y valladar de impunidad, y es por eso que Julio Héctor Estrada les llevó un presupuesto sin candados, un préstamo listo para hacerlo feria y trabaja a marchas forzadas para lograr el objetivo de eliminar delitos para matar los casos penales.

Los que quieren una mejor Guatemala, más justa e incluyente se tienen que unir y hacer escuchar porque hasta ahora, no se oye, no se siente que la gente esté presente.

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