Factor Méndez Doninelli

Mientras se prolonga la crisis sistémica e institucional del Estado guatemalteco, esta vez provocada por el presidente Jimmy Morales, por declarar “persona non grata” al Comisionado Iván Velásquez, representante del Secretario General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y jefe de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), ha aumentado la represión de grupos armados contra dirigentes sindicales y sociales.

El más reciente crimen contra sindicalistas ocurrió el 1 de septiembre del presente año con la ejecución de Tomás Francisco Ochoa Salazar, Secretario de Conflictos del Sindicato de Trabajadores de Carnes Procesadas, S.A. Embutidos Bremen, S.A. (SITRABREMEN), en el mismo hecho fue herido Andy Noel Godínez, afiliado del sindicato. El ataque ejecutado por dos sicarios movilizados en motocicleta se produjo cuando los trabajadores salían de la fábrica, ubicada en la carretera “Jacobo Árbenz Guzmán,”, zona 17, ciudad Guatemala.

El SITRABREMEN responsabiliza a la empresa por reprimir la organización sindical. Transcribo un fragmento del comunicado, “…este hecho criminal y salvaje lo perpetran cuando se viven un clima de tensión y conflictividad dentro de BREMEN, S.A., ya que los representantes de dicha empresa han estado coaccionando y hostigando a los afiliados y dirigentes del sindicato, no obstante que la empresa está emplazada ante Tribunal de Trabajo, sin embargo, BREMEN, S.A. está utilizando una serie de maniobras para suspender ilegalmente de sus labores a trabajadores de distintas actividades enviándolos de vacaciones anticipadas, por otro lado cambiándoles de ruta a los trabajadores distribuidores de productos.”

También la Unión Sindical de Trabajadores de Guatemala (UNSITRAGUA histórica), denunció el ataque “criminal, salvaje y antisindical” y mediante un comunicado exige,…“A los empresarios y representantes de BREMEN, S.A. concluir su campaña antisindical y acciones represivas contra los afiliados/as y dirigencia del SITRABREMEN, hacer uso del diálogo para que de manera civilizada se resuelva la problemática laboral.”

Julio Coj, dirigente de Unsitragua histórica sostiene: “Los niveles de impunidad siguen siendo alarmantes, la violencia antisindical también se manifiesta en las agresiones físicas y maltrato verbal.” La Confederación Sindical Internacional (CSI), también condenó el ataque a los sindicalistas del SITRABREMEN.

Impunidad cubre crímenes. La mayoría de atentados contra sindicalistas, siguen impunes por tráfico de influencias y falta de investigación para identificar a los responsables materiales e intelectuales. El informe 2016 de la Red de Defensores de Derechos Laborales de Guatemala, asegura que el país es peligroso para los dirigentes. La Red sostiene que del total de crímenes documentados solo 18 fueron juzgados y cuentan con sentencia firme, el resto continúa bajo investigación.

Según la Red, más de 70 sindicalistas han sido asesinados en Guatemala desde 2004, además, en los últimos 20 años, la tasa de filiación sindical ha tenido una drástica reducción. Advierte que, por las violaciones permanentes a los derechos laborales y libertad sindical por parte del Estado guatemalteco, se espera que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) decida designar una Comisión de Encuesta para el país.

La Red, integrada por el movimiento sindical y popular, exhortó al Ministerio Público (MP) a fortalecer la investigación de los atentados que vulneran los derechos y libertades sindicales. La crisis institucional del país, no debe ser cortina de humo para encubrir la impunidad de la represión sindical.

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