Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com
Nuevamente en nuestra querida patria se presenta una serie de circunstancias y hechos que ha producido que las élites se dividan en su opinión y entren en un nuevo conflicto.
Los hechos que conlleva esta situación se pueden decir por analogía que son como un maremoto, fenómeno que conlleva en un primer acontecimiento que el mar se retira.
Políticamente hablando, esa retirada la produjeron principalmente las siguientes circunstancias: La Fiscal General, Thelma Aldana públicamente indica que si al Comisionado de la CICIG, Iván Velásquez se le retira de su puesto, ella renunciará a su cargo, olvidándose que es una funcionaria que debe presidir y dirigir el Ministerio Público por un período determinado, que es responsable de buscar la justicia. Su actitud, incluso, podría interpretarse como un acto de presión o de chantaje hacia el Presidente de la República.
Un segundo hecho es que públicamente el Ministerio Público, representado por Thelma Aldana, y la CICIG, representada por Iván Velásquez, manifiestan que hay indicios que el Presidente de la República, Jimmy Morales, cuando fungía como Secretario General del Partido que lo postuló, no contabilizó adecuadamente ciertos ingresos y gastos por lo que podría ser requerido su antejuicio.
Un tercer hecho es que en ejercicio de sus potestades constitucionales y como jefe de Estado, el Presidente solicitó y realizó en New York una reunión con el Secretario General de Naciones Unidas.
Algunas personas especularon que el Presidente plantearía la sustitución del Comisionado de la CICIG, Iván Velásquez; sin embargo, tanto el Presidente de la República como el Secretario General de la ONU manifestaron que el mandatario había pedido que la CICIG y su Comisionado se apegaran estrictamente a su mandato.
Un cuarto hecho es que el mismo día y a la misma hora que se desarrollaba la reunión del Presidente con el Secretario de la ONU, en Guatemala el Ministerio Público representado por Thelma Aldana y la CICIG, representada por Iván Velásquez, declararon (en menos de 24 horas, después de su primera declaración pública ) que al Presidente debería de retirársele el derecho de antejuicio y juzgársele por su proceder como Secretario General de su partido, de haber cometido delitos electorales en sus gastos de campaña. ¿Será? Muchos se preguntan si eso fue una coincidencia o no.
El último hecho que conlleva al antagonismo y a la polarización ha sido la reacción de conocidos activistas de la seudoizquierda como Edgar Gutiérrez y su apéndice Manfredo Marroquín, de Acción Ciudadana, y otros como Ramón Cadena, que públicamente se manifestaron a favor de Iván Velásquez.
Todas estas acciones y hechos se intensificaron más, como la ola del tsunami, cuando a su regreso de Naciones Unidas, el Presidente de la República, en su calidad de Jefe de Estado y en uso de su potestad constitucional que le otorga el derecho de determinar la política internacional del país y conforme a lo que establece la Convención de Viena, declaró “Non Grato” al comisionado Iván Velásquez, medida que fue recurrida en amparo ante la Corte de Constitucionalidad por el Procurador de los Derechos Humanos, Augusto Jordán Rodas Andrade contra el Presidente de la República de Guatemala y a la cual la Corte de Constitucionalidad otorgó amparo provisional.
¡Guatemala es primero!
Continuará.