Hoy publicamos una extensa y muy ilustrativa entrevista con el Embajador Todd Robinson, quien en poco tiempo entregará su cargo al sucesor ya ratificado por el Senado, el Embajador Luis Arreaga. Lo que más llama la atención es que el diplomático explica el significado que para Estados Unidos tiene la lucha contra la corrupción y el fortalecimiento de las instituciones de justicia por lo que un Estado corrupto y débil significa en términos de riesgos que pueden afectar la seguridad misma de los norteamericanos. Y eso explica por qué hay una política de Estado, no de gobierno, con relación al tema y de esa cuenta la visión bipartidista que hay respecto a la situación en Guatemala.

Robinson ve algunos avances, pero también reconoce los muchos pendientes que van quedando y nos recuerda que es responsabilidad de los guatemaltecos enfrentar los vicios que tiene nuestro sistema. Nunca en ningún lugar del mundo se ha logrado erradicar totalmente la corrupción, porque la misma está relacionada con la ambición, pero obviamente no hay muchos países en el mundo donde el sistema esté hecho y diseñado para facilitar, alentar y encubrir la corrupción como pasa en Guatemala, un país con una institucionalidad totalmente frágil y vulnerable porque así conviene a los que desde siempre han dictado las reglas de juego.

En la entrevista con el Embajador se abordaron todos los temas de la crisis actual y se habló de los problemas estructurales que hay en el país. El efecto que la corrupción tiene en la pobreza nos preocupa desde el punto de vista social, pero también preocupa a los norteamericanos en términos de la migración ilegal que generan los países donde se niegan oportunidades a sus habitantes. Y es que el Estado nuestro no destina sus recursos a impulsar acciones de desarrollo humano y desarrollo social, sino que todo se dilapida en la costosa corrupción.

Robinson ha sido criticado por su apoyo a la lucha contra la corrupción y por ello hubo acciones de cabildeo en su contra sin que la gente entendiera que lo que hacía era parte de la política que apoya e interesa a Estados Unidos. Los corruptos pensaron que con la llegada de Donald Trump a la Presidencia tendría derecho de picaporte en la Casa Blanca para promover una agenda distinta que no se entrometiera en los negocios, aunque estos fueran totalmente sucios y corruptos, pero resultó que no fue así porque la política exterior de Estados Unidos hacia el Triángulo Norte apunta a fortalecer la justicia y un combate frontal a la corrupción, Robinson regresa a su país habiendo cumplido la misión encomendada.

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