DENVER
AP
El Consejo Municipal de Denver aprobó ayer un decreto dirigido a proteger a los inmigrantes en medio de las amenazas de la Casa Blanca de retirar los fondos federales a las llamadas ciudades santuario.
La ordenanza de Denver, que salió adelante con 10 votos a favor y ninguno en contra, convierte en ley una práctica ya habitual. Está diseñada para tranquilizar a los inmigrantes en la ciudad, aunque no declara formalmente a la capital de Colorado como una ciudad santuario.
Una de las principales prioridades del presidente Donald Trump es revocar las ayudas federales a las llamadas ciudades santuario, definidas ampliamente como lugares que limitan su cooperación con las autoridades federales de inmigración. El dirigente cree que estas ciudades y condados proporcionan un refugio para actividades delictivas.
Chicago presentó una demanda federal contra las nuevas condiciones para las ayudas de Washington. En San Francisco, Seattle y otras ciudades se presentaron pleitos por cuestiones constitucionales.