Marco Tulio Trejo Paiz

Infortunadamente, desde hace más de un mes estoy sufriendo una grave enfermedad que me ha obligado a permanecer postrados en nuestra habitación, por lo que presento a ambos diplomáticos atentas excusas por mis inasistencias; francamente estuve a punto de tener un desenlace fatal.

He estado en Seúl, Cora y en la isla de Taiwán, República de China, y admiré a las dos minipotencias militares e industriales. Las dos naciones se caracterizan por una cultura milenaria, así como por la ejemplar cortesía y por la forma amistosa que brindan a los visitantes del exterior.

Lamento, sinceramente, no haber estado en buenas condiciones de salud para compartir con circunstantes en tan magnas celebraciones de coreanos y taiwaneses. Siempre he estado en los solemnes actos mencionados.

Valga decir que tanto Corea del Sur, como la República de China, han estado amenazadas de invasión: Corea del Sur por Corea del Norte (la comunista y militarista), y Taiwán por la China comunista, solo que han mejorado sus relaciones diplomáticas y comerciales, por lo que en el Estrecho ya no se ven muchos misiles…

Ahora bien, como la República de Corea se encuentra dividida, pero representadas ambas en la ONU, a diferencia, deplorablemente, de las dos Chinas, que únicamente la comunista tiene representación en la máxima organización mundial de naciones; en cambio, de las dos Chinas solamente la comunista ocupa un escaño en la ONU. Sin embargo, como que no se descarta la posibilidad de una reconciliación de David y Goliat, También que Taiwán logre una butaca en la ONU.

He aprovechado las celebraciones patrióticas de Corea y la República de China para referirme brevemente a lo que ocurre en los dos países asiáticos.

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