POR PAOLINA ALBANI
palbani@lahora.com.gt

Vilma García, quien vive en Escuintla, cuenta a La Hora que recibe el Bono Seguro desde hace dos años, con el inicio del gobierno del Partido Patriota. El monto de la entrega varía en cada ocasión, ya que a veces se transfieren 200 quetzales y en otras solo 150, en lapsos que pueden ser de dos o tres meses.

Los aportes se entregan a cada familia, y no por la cantidad de menores bajo el cuidado de sus padres, como solía ser antes, lo que supone un problema para los hogares en los que hay varios niños.

García dice que para optar al programa se deben cumplir varios requisitos, algunos positivos y otros no tanto. El lado positivo es que a las familias no se les entregará el Bono Seguro si sus hijos no están inscritos en la escuela y si no tienen las vacunas al día, lo que representa un compromiso con la educación y la salud.

_Repo10_1aEl lado negativo del programa es que la entrega depende de su participación en reuniones o asambleas oficiadas por representantes del partido oficial. “Si hay asambleas hay que asistir y nos hacen firmar una hoja de asistencia”, dice la entrevistada. “Allí guardan el registro de los participantes”.

La consecuencia para quienes no asisten a las reuniones es no recibir el bono la próxima vez que agentes del Ministerio de Desarrollo Social visitan la comunidad para entregarlo, hecho que se asemeja a una “venganza”.

Aunque los receptores de la ayuda no reciben presiones para afiliarse al partido oficial, García cuenta que en una colonia aledaña a la suya, llamada La Estancia, sí se debe cumplir con esa exigencia.
García, de 23 años, tiene tres hijos; una niña y dos varones. Su hija es la única que estudia por el momento, y a quien compra los útiles, zapatos, y otras necesidades escolares con el bono.

Al cuestionar sobre por qué se les niega el beneficio a algunas familias, García responde que “no se puede preguntar nada” a las personas que se encargan del Bono Seguro.

Por otro lado, la entrevistada dice que a quienes reciben el bono, luego de cobrarlo en el banco, los líderes de la comunidad encargados del reparto les piden la boleta de recepción. Antes los vecinos podían conservarla.

Otra vecina, de Guatelinda, Escuintla, quien se identificó como Josefa Lemus, cuenta que solía recibir la Bolsa Segura, pero que desde hace dos años ella y sus vecinos dejaron de recibir la bolsa de alimentos.

Según la entrevistada, el motivo se debe a los vecinos de Guatelinda decidieron no apoyar al partido oficial antes de la pasada contienda electoral, ya que quien les proporcionaba la Bolsa, en ese entonces, era el Gobierno Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), por lo que continuaron apoyando a esta agrupación política, que ahora forma parte de la oposición del oficialismo.

Nuevamente se repite la sospecha de una venganza “velada”. Nos ponían unas calcomanías redondas en las puertas de la casa para identificar a quienes no debían de dar la bolsa, narra. “Y de verdad ya no vimos -el beneficio”.

“Doña Jose”, como le llaman en el barrio, tiene cuatro hijos, todos son mayores de edad y con sus propias familias.

Sin embargo, dejar de percibir la bolsa de alimentos le afecta a ella y a su esposo, que no tiene un trabajo fijo. “Él trabaja en un camión chatarrero y allí no es fijo el trabajo. Días hay trabajo, días no hay, y cuando no hay trabajo uno se ve en la necesidad de ir a pedir fiado a la tienda o a andar prestando (…) cuando daban esa bolsa uno tenía aquello que el frijolito, el arrocito y el atolito estaban allí seguros”, narra.

Igualmente, dice que entiende que no la den la ayuda porque sus hijos están grandes, pero en su barrio hay familias muy pobres, y hasta con ocho hijos menores de edad, quienes tampoco reciben la ayuda del gobierno.

VENGANZA Y CORRUPCIÓN

Luis Chávez, del Instituto Centroamericano de Estudios Políticos (INCEP), dice que seleccionar entre los más pobres a quiénes repartir los beneficios económicos o alimenticios tiene un “rostro de venganza” a causa de una oposición política “destructiva”.

En un país como Guatemala los programas y la ayuda social deben de ser implantados con un enfoque de responsabilidad social, pero desde la popularización de los mismos, en 2008, los programas se han utilizado como una herramienta para beneficiar a los partidos de turno.

A esta acción, el experto de Incep la llama “corrupción”, pues quienes necesitan del apoyo del Estado no reciben los beneficios que otros de condiciones socioeconómicas mejores si reciben, y todo podría deberse a que están empadronados y afiliados al partido oficial.

Ejemplo de esto es que la Escuela Oficial Urbana Mixta No.146, Eduardo Cáceres Lenhoff, ubicada en la zona 14, recibió la bolsa a pesar de que en el sector viven personas cuya sostenibilidad no depende de la ayuda del Estado y quienes podrían incidir en el aumento de votantes a favor del PP.

De acuerdo a información proporcionada por el Ministerio de Desarrollo Social (Mides), la Bolsa Segura se entrega cada mes o cada dos meses en el Departamento de Guatemala. En la escuela en mención se hizo una entrega de 900 bolsas entre septiembre y noviembre, y se estima que habrá otra entrega de noviembre a diciembre con la misma cantidad.

Por su lado, los vecinos de la Colonia Lomas de Santa Faz, en la zona 18, niegan que la entrega se realice en su comunidad, y aseguran que la ayuda se ha concentrado en el interior del país. Esa locación es reconocida no solo por su nivel de inseguridad y presencia de violencia sino por su nivel de pobreza y exclusión social.

En la cabecera se reparten más de 129 mil 967 bolsas seguras; por otro lado, el segundo municipio con una mayor de bolsas entregadas es Mixco con 59 mil 149 bolsas, y en tercer lugar está Palencia con 27 mil 635 bolsas. San José del Golfo, Petapa y San Raymundo son los municipios que perciben menos ayuda con aproximadamente 20 mil bolsas repartidas entre los tres municipios.

El motivo por el que la ayuda podría haberse reducido en la capital podría ser a causa de un objetivo electoral, es decir, que el PP se ha dado cuenta de que el mayor apoyo puede conseguirlo del interior del país, tal como lo hizo el expresidente Álvaro Colom, lo que le valió la victoria de la contienda de 2007, dice José Ramón Lam, analista socioeconómico del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Ipnusac).

“Creen que su fortaleza puede estar en el interior, a ellos ya no les interesan estos pequeños lugares en la Capital que pueden ya no representar una buena cantidad de votos, donde las preferencias están marcadas”, dice Lam.

Por su lado, Chávez indica que “es importante que antes de brindar la ayuda de los programas sociales que se haga un diagnóstico de la situación de las personas -que serán beneficiadas”. La mala repartición de los beneficios demuestra la falta de una correcta cultura política para brindar la ayuda a quien más lo necesita.

Estas situaciones podrían seguir repitiéndose sin la intervención de los entes fiscalizadores, como la Contraloría General de Cuentas (CGC), el Tribunal Supremo Electoral (TSE), e incluso del Ministerio Público (MP).

UN BENEFICIO CONVERTIDO EN ARMA

El analista socioeconómico del Ipnusac dice que la manera en que se ejecuta la entrega de ayuda social contraría el mecanismo que debería tener el Estado para el desarrollo. En otras palabras, las herramienta contra la pobreza se han convertido en un arma clientelar en contra de la población, pero aparenta todo lo contrario.

Desde la popularización de los programas, estos se vieron como una posibilidad para amarrar los votos de los beneficiarios, pero hoy día esta acción podría ser muy perjudicial para la economía.

“No podemos estar gastando más de mil millones en los programas y que los mismos no surtan efecto como política. Ya deberían de haber frutos y no tenemos indicadores de progreso”, dice.

Asimismo, Lam recuerda que Guatemala tiene un presupuesto por resultados que no han sido generados, por lo que es difícil saber si los gastos ejecutados han tenido incidencia en la mejora de la calidad de vida de las familias más vulnerables.
De tal manera que el testimonio de las entrevistadas da cuenta de que los programas no están funcionando, opina.

PRIORIZAR ÁREAS NECESITADAS

Respecto a que Guatelinda fue excluida del beneficio alimentario el analista de Ipnusac refiere que la entrega de ayuda se está haciendo mal, pues necesitan formalizarse los métodos de entrega para que “llegue a los lugares en los que se necesita”.

Lo esencial de estas políticas es priorizar dónde están los problemas, “pero actualmente estamos pulverizando el gasto. Se lo dan a cualquier comunidad y en cualquier lado y no es así. Nosotros -la población- tenemos que ver dónde está focalizada la pobreza y la pobreza extrema, si es en 120 municipios no hay que extenderlo a los 338. Eso es una mala política pública porque así los indicadores –de desarrollo y pobreza- no van a disminuir”, explica Lam.

Ante las estrategias que implementa el actual gobierno para conseguir más votos, es recomendable que las comunidades que perciben los beneficios como la bolsa o el bono seguro establezcan prioridades para que su voto no sea orientado por el ofrecimiento de beneficios que luego de la contienda son aplicados de manera superficial e inconstante.

Se intentó conocer la postura del Ministerio de Desarrollo Social, pero no hubo respuesta.


CLASES SUSPENDIDAS
De acuerdo a una denuncia social presentada a este vespertino, un ciudadano señaló que en la zona 14, la Escuela Oficial Urbana Mixta No.146, “Eduardo Cáceres Lenhoff” suspendió las clases para realizar la repartición de la Bolsa Segura lo que afecta a los menores estudiantes.

Esta acción muestra la contradicción que existe entre el requisito de entrega mencionado al inicio, pues los niños “deben” de asistir a clases para que sus familiares reciban el beneficio, por lo que queda en duda si lo que interesa al Mides es la inscripción escolar y no la constante asistencia y el rendimiento de los alumnos.

La Hora intentó comunicarse con la Directora del centro educativo de jornada matutino, pero tras insistentes llamadas no fue posible obtener una explicación acerca de la suspensión de las clases.


CONTENIDO DE LA BOLSA *
10 libras de frijol
10 libras de arroz
1 botella de aceite
5 libras de harina de maíz nixtamalizada
2.2 libras de mosh
3 libras de atol fortificado
1 libra de leche en polvo
2 libras de sal
5 libras de azúcar

TIPOS DE BONO

Bono de Salud: se otorga a familias que cumplan con la corresponsabilidad de cuidado de la salud de sus integrantes. Los requisitos son: tener hijos en edades de 0 a menores de 15 años, asistir al servicio de salud y llevar controles médicos de sus hijos y llevar control de la madre en estado de gestación o lactancia.

Bono de Educación: se otorga a familias que cumplan con la corresponsabilidad de permanencia escolar de sus hijos/as. Los requisitos son tener hijos en edades de 6 a menores de 15 años, llevar a los niños/as al establecimiento educativo y evitar las ausencias y cumplir con el 90% de asistencia en los niveles de preprimaria y primaria

*Información de www.mides.gob.gt

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