Carlos Soto Pineda

Conversar incidentalmente con reporteros de medios como el oficial (gubernamental)- sin generalizar- y percatarse de la ignorancia rayana en los límites- casi imperceptibles por cierto- de lo absurdo, con que realizan su trabajo, mecanicistamente- cual máquinas – en transcribir notas, casi siempre compartidas, no investigadas, no de fuentes fidedignas- cual guión comunal inducido-.

Hablar y tratar de socializar, relacionando el apellido de uno de ellos con un dramaturgo guatemalteco famoso, genial «prolijo», o con un escritor internacional y que conteste » Nelson a esos majes no los conozco» (sic)

Seguir para «romper el hielo» – e iluso yo- intentar conversar y preguntar, ya enterado para que medio trabaja, por uno de sus exdirectores, periodista y escritor y oírlo decir «ni el nombre del actual me sé… mucho menos los de antes» (sic)

Seguir la «conversación», contándome que ya se graduó de la Usac (Universidad de San Carlos de Guatemala) de Periodista Profesional!!!!!… cuestionarle si sabía que significaba el SIMCO en Guatemala, y al explicarle que fue un Sindicato de Medios de Comunicación, de trayectoria ejemplar, combativo, honesto… me conteste «nosotros estamos en contra de todo lo que sea Sindicalismo, nos oponemos a eso».

Grima y decepción saber que en manos o en «dedos» de personas como ellas está la divulgación de información y el andamiaje comunicacional de ciertos medios en Guatemala, que hablan y escriben con sesgo, ya ni siquiera ideológico, sino por alienación, ignorancia, «incultura».

Por eso es entendible, aunque injustificable, que se plieguen a intereses mercantilistas, de sobrevivencia, y si necesitan salir del país para una supuesta beca, «armen» una denuncia a través de las redes sociales previo a presentarla en la fiscalía de delitos contra Periodistas y «estructuren» un » proceso» que a los «ojos» de la manipulable opinión publica, parezca acoso o riesgo potencial de muerte o que haga peligrar su integridad física- cuando es sabido que este sistema no amenaza- solo aniquila, «coopta», compra, para justificar esa «beca» o simular exilio, regresando a los años al finalizar los estudios o la pasantía en una Universidad o institución gringa.

Finalizo despidiéndome del amigo en cuestión y le digo «Siempre aguas con la FAFA», -en alusión a algo que dijo el Presidente de la República hace algún tiempo- ..y me responde «nel nosotros solo guaro, chelas y a veces mota»…

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