POR KIMBERLY LÓPEZ
klopez@lahora.com.gt

Con la intención de salvaguardar la integridad de funcionarios de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), la institución adjudicó la compra de 18 vehículos para uso de las autoridades de la institución. La compra total superó los Q10 millones.

La semana pasada, la SAT adjudicó a un costo de Q10 millones 721 mil 920 la compra de 16 camionetas agrícolas a la empresa Cofiño Stahl, ocho de ellas blindadas para el uso de funcionarios de la institución.

En el portal de compras y contrataciones estatales Guatecompras, se detalla que la SAT licitó públicamente la compra de 16 vehículos, desde mayo de este año.

Finalmente, a finales de junio concluyó el proceso de evaluación para formalizar la compra de ocho camionetas agrícolas de doble tracción blindada. Cada una de ellas a un precio de Q1 millón 18 mil 852. El precio total de los ocho vehículos es de Q8 millones 150 mil 816 exactos.

Asimismo, la compra incluía la adquisición de ocho camionetas agrícolas de doble tracción a un precio de Q321 mil 388.

El precio total por estos vehículos alcanza los Q2 millones 572 mil 104.

La compra fue solicitada en vista de que actualmente la SAT “no cuenta con el equipo vehicular suficiente que cumpla con las características y especificaciones técnicas para el transporte de funcionarios, que pueda brindar condiciones de confianza y seguridad a las autoridades superiores de la SAT”.

Además, según la institución, desde el ejercicio fiscal 2006 la Superintendencia no ha realizado ninguna compra de vehículos blindados con las características y especificaciones que se hicieron en esta licitación.

Otro factor que se consideró es que la depreciación y el deterioro por el uso continuo de los vehículos disponibles encarecen el mantenimiento de los mismos y hace que estén propensos a fallar continuamente, por lo que dicha situación pone en riesgo la integridad de los funcionarios que utilizan estos medios de transporte.

MOTIVOS DE SEGURIDAD

La adquisición de vehículos blindados responde a la necesidad de proteger la integridad física de funcionarios y miembros de la institución, según confirmó el jefe de la SAT, Juan Francisco Solórzano Foppa.

Solórzano explicó que en vista del tipo de trabajo que se realiza en dependencias específicas de la SAT, por ejemplo, en el sector de aduanas, existen riesgos y por tanto existe una necesidad de tomar las medidas de precaución necesarias.

El funcionario indicó que se seguirían haciendo adquisiciones de este tipo.

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