Berlín
DPA
En menos de 24 horas la canciller, Angela Merkel, provocó un terremoto político en Alemania al dar un giro inesperado en su postura sobre el matrimonio homosexual y sentar las bases para que se debata en el Parlamento a petición del Partido Socialdemócrata (SPD), su socio menor en el Gobierno.
Según ha trascendido, la mandataria dará libertad de voto a los diputados de su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU), en el debate sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo que previsiblemente se celebrará el viernes en la Cámara Baja, el Bundestag.
Los parlamentarios de la CDU no estarán obligados a someterse a la disciplina de partido, sino que podrán realizar un «voto de conciencia».
El giro dado por la Canciller ha avivado en las últimas horas el debate político en Alemania, un país que desde hace meses está oficiosamente en campaña electoral.
La política conservadora, líder de la Unión Cristianodemócrata que defiende a ultranza la familia tradicional, sorprendió anoche durante un acto organizado por la revista femenina «Brigitte» con un inesperado requiebro en su habitual discurso.
Al ser preguntada por el matrimonio entre personas del mismo sexo, la mandataria se despegó del habitual «no» rotundo al que tenía acostumbrados a los votantes para indicar que ahora estaba abierta a un «voto de conciencia» de los diputados alemanes en relación a este punto.
«Deseo orientar el debate en una dirección que plantee una decisión de conciencia, más que querer imponer algo», manifestó la mandataria que durante años se ha negado por activa y por pasiva a aprobar una equiparación total de derechos para los homosexuales.
En la última semana había aumentado de forma considerable la presión sobre los conservadores de Merkel en relación con la legalización de la equiparación de derechos en Alemania entre personas del mismo sexo.
El domingo, en un Congreso extraordinario, el SPD fijó el matrimonio homosexual como condición para renovar una nueva alianza tras las elecciones legislativas que tendrán lugar en septiembre.
Además, hace justo una semana, el Tribunal Constitucional alemán rechazó la solicitud de urgencia presentada por el partido opositor Los Verdes que buscaba forzar una votación parlamentaria sobre la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo antes de las próximas elecciones generales del 24 de septiembre.
Alemania permite desde 2001 las uniones civiles de personas del mismo sexo pero los homosexuales casados no gozan de plena igualdad jurídica y se les niegan determinados derechos, por ejemplo, en áreas como la adopción.
Una encuesta publicada en enero por la Oficina Federal Antidiscriminación reveló que un 82.6 por ciento de los alemanes está a favor de permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo.