Buenos Aires
AP

Los dos casos de doping detectados en jugadores de River Plate en la Copa Libertadores dejaron al club a un paso de recibir una sanción de la Conmebol, en una semana negra en la que su histórico rival, Boca Juniors, se coronó campeón del fútbol argentino.

«Han sido 24 horas difíciles, de preocupación e indignación. Fueron las horas más complicadas desde que soy técnico de River porque escapa a lo deportivo», confesó hoy el técnico «millonario», Marcelo Gallardo.

El reglamento disciplinario de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) establece en su artículo 41 sanciones al club «si resulta que más de dos miembros de un equipo han cometido una infracción de las normas antidopaje».

Los controles antidoping hallaron hidroclorotiazida, un diurético prohibido porque puede enmascarar otras sustancias ilegales, en las muestras del defensor central Lucas Martínez Quarta y del mediocampista uruguayo Camilo Mayada.

River sospecha de una posible contaminación de un suplemento vitamínico utilizado por los jugadores, por lo que no se descarta que aparezcan nuevos casos positivos que pudieran agravar la situación.

El club anunció días atrás que envió a análisis todas las sustancias que suministra a sus jugadores e investiga su trazabilidad, para saber si hubo contaminación. «Acá hubo un error», aseguró Gallardo.

Ganar la Copa Libertadores es el objetivo central de River en la temporada, como repitió una y otra vez su técnico aún cuando estaba peleando palmo a palmo la cima del torneo argentino con Boca. Pero el «Millonario», ya con la clasificación a octavos sellada, perdió empuje en el certamen local y cedió su oportunidad de arrebatarle el título a su archirrival.

La Libertadores quedó entonces, más que nunca, como la gran meta en el horizonte, ahora amenazado por los casos de doping.

En el medio del escándalo quedaron algunas controversias, como por ejemplo que el laboratorio donde se analizaron las muestras, de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), fue suspendido el 20 de junio por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) para analizar determinadas sustancias. De todos modos, las pruebas de River son válidas porque fueron hechas con anterioridad.

«Cuantos más casos haya dentro de un mismo equipo, más se sospecha de un caso de contaminación», reconoció el director médico de la Conmebol, Osvaldo Pangrazio.

Las contrapruebas solicitadas por River se harán en un laboratorio de Alemania.

El médico de River, Pedro Hansing, fue contundente: «La sustancia a la que se hace referencia es un diurético que nosotros no tenemos ni manejamos en nuestra batería de medicamentos».

«Esto nos agarra con muchas incertidumbres. De buenas a primeras aparecen dos casos: nos llena de interrogantes y tenemos que hacer una investigación para salvaguardar el honor y el profesionalismo de los implicados», subrayó el médico.

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