POR DENIS AGUILAR
daguilar@lahora.com.gt
La alta vulnerabilidad del país con respecto a los desastres naturales es un problema que tiene muchas causas y, por tanto, cuya solución tiene que ver con la educación de la población, el fortalecimiento de la institucionalidad y el ordenamiento territorial, pero sobre todo está relacionada con la mejora de las condiciones de vida de las personas, pues quienes más sufren las inclemencias de la naturaleza son quienes menos recursos tienen.
LA PREVENCIÓN ES DOTAR A LA GENTE DE VIVIENDA DIGNA
El Informe de Evaluación Global sobre la Reducción del Riesgo de Desastres 2015 de las Naciones Unidas explica que la relación entre el riesgo de desastres y la pobreza es bidireccional. Es decir, que, a menos que se mejoren las condiciones de pobreza y la desigualdad que obligan a la gente a vivir en hogares inseguros, el riesgo de desastres seguirá aumentando. Al mismo tiempo, las pérdidas ocasionadas por los desastres acrecientan la profundidad la pobreza y socavan cualquier progreso que se realice en la reducción de dicho flagelo.
En Guatemala, las zonas de mayor riesgo son usualmente asentamientos, donde viven familias que no poseen recursos para mudarse y de ahí surge la resistencia de algunas personas a dejar sus hogares, a pesar de su situación de inseguridad.
En deslizamiento de tierra en el Cambray demostró esa realidad, pues a días de la tragedia que cobró la vida de más de 200 personas, algunos de los vecinos regresaron a vivir ahí.
En septiembre del año 2000 el Gobierno de Guatemala, junto a otros 190 Gobiernos, aprobó la declaración del Milenio. En ese documento Guatemala se comprometió a alcanzar metas generales sobre el tema de la pobreza, el sida, la educación y el medio ambiente, metas que sirvieron de base para la elaboración de los Objetivos del Milenio (ODM).
Todos estos objetivos están estrechamente vinculados con los problemas de vulnerabilidad a las múltiples amenazas naturales que a su vez determinan el riesgo de desastre que enfrenta el país, señala la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred). Por ejemplo, el objetivo de mejorar las condiciones de vida de miles de habitantes de asentamientos en todo el mundo que viven en zonas de alto riesgo para el 2020, implica la erradicación de la pobreza, la debida planificación del uso del suelo y la mejora de la comprensión de la vulnerabilidad a los desastres en zonas densamente pobladas.
PREVENIR ES ORDENAR EL CRECIMIENTO URBANO
Para el arquitecto Alfonso Yurrita, la respuesta ante los desastres se debe iniciar desde una planificación regional urbana, que debe ser dirigida a través de las municipalidades y en la cual se determine si es correcto o no construir en un determinado lugar.
“Lo que pasa es que la gente se coloca en cualquier sitio de alto riesgo”, dijo Yurrita, que asegura que esas personas corren riesgos debido a sismos, deslaves e incluso incendios, como los que se dieron hace unos meses.
Yurrita también considera que las construcciones actuales son de mala calidad, lo que aumenta el riesgo de las personas que construyen sus viviendas en lugares de alto riesgo debido a que no existe un control estatal.
“Ya no existen entidades que se encarguen de manejar la vivienda en Guatemala”, manifestó Yurrita.
El arquitecto considera que desde el Estado se debe controlar dónde sí se puede y dónde no se puede construir, y que a las personas que viven en lugares de alto riesgo se les debe reubicar en otros lugares donde no corran riesgo.
PREVENIR ES EDUCAR A LA POBLACIÓN
Julio Sánchez, de la Conred, explica que esa entidad trabaja tanto en la prevención como en la asistencia a las comunidades afectadas por los desastres naturales.
El comunicador aseguró que la Conred cuenta con las capacidades y la preparación necesaria para lograr asistir a las personas en riesgo o damnificadas. En cuanto a la prevención, trabaja para preparar a la población de modo que sepa cuándo está en una situación de riesgo y cómo actuar en ella.
“Un desastre natural implica tres aspectos: un aspecto antes, durante y después del mismo. En el aspecto antes estamos trabajando en lo que son temas preventivos, tratamos de fomentar la cultura de prevención en el país a través de medios de comunicación, redes sociales. Se trata de educar a la población sobre qué es la gestión integral de riesgo a desastres”, dijo Sánchez.
En ese mismo sentido opinó, María Russell, del departamento de Comunicación Social de la Cruz Roja Guatemalteca, quien indicó que ante los desastres naturales, más que una respuesta de las autoridades también tiene que haber una respuesta de la población, ya que considera que deben tener conocimientos si habitan en áreas de riesgo para evitar los desastres y también poder evitar que se pierdan vidas.
“Leyes hay, la Conred ha dado capacitaciones en diferentes lugares a diferentes comunidades y alcaldías municipales para que puedan responder ante cualquier eventualidad. La Cruz Roja también les apoya”, expresó Rossell.
En lo que va de 2017, la Cruz Roja Guatemalteca ha atendido casos relacionados a factores climáticos en al menos trece comunidades del país. Además, han realizado evaluaciones de riesgo en los departamentos de San Marcos, Quetzaltenango, Retalhuleu, Quiché, entre otros departamentos.
La Cruz Roja considera que hay un alto nivel de vulnerabilidad del país de padecer los efectos de algún fenómeno natural con las lluvias o los sismos
“Hemos visto que hay lugares donde la gente no mira que su casa se va a caer porque es un lugar donde ocurren bastantes sismos, como en San Marcos”, afirmó Rossell, que aseguró que en ese departamento las personas se negaban a abandonar sus casas pese al riesgo latente que existe.
BUSCAN REFORMAR LEY DE LA CONRED
Esta semana se presentó una propuesta para reformar la Ley de la Conred, la cual fue elaborada por organizaciones de la sociedad civil que realizaron consultas en varios departamentos del país. Sergio Cabañas, secretario ejecutivo de la Conred, vio con buenos ojos que existan intenciones de mejorar dicha ley.
Cabañas indica que la propuesta incluye mejoras para la prevención de desastres y tendrán más autoridad para poder accionar de mejor forma en casos necesarios. “Las personas podrán ser atendidas antes de cualquier evento”, explicó Cabañas.
También indicó que es necesaria modificar esa ley para estar actualizados y por ser uno de los países con más amenazas de fenómenos naturales en todo el mundo.