Edgar Villanueva

Continúa la tormenta en torno a la contratación de la firma de cabildeo Barnes and Thornburg para ayudar a mejorar la relación entre el Presidente de Guatemala y los Organismos Ejecutivo y Judicial de los Estados Unidos. Dicho contrato, cancelado unos días después, fue subrogado a cuatro miembros del Congreso que se llamaron a sí mismos Coalición del Congreso de Guatemala, sin que hasta el momento se tenga claridad sobre quién giró las instrucciones para la contratación y a cuenta de quién estén los pagos de la misma.

Considero que hay por lo menos dos temas importantes de abordar en torno a dicha contratación a la luz del distanciamiento que la Presidencia de la República y del Congreso han tomado de la misma.

Primero es importante establecer, que no es nada fuera de lo común que un Gobierno contrate una firma de cabildeo para representar sus intereses. Por ejemplo, un gobierno con una institucionalidad tan fuerte como Japón, contrata «lobbies» para aquellos temas donde los intereses en juego son altos y cuando no tienen personal que les permita tener el impacto deseado. Lo más importante es encontrar una firma con la capacidad, personal especializado y las relaciones correctas para lograr los objetivos que un Gobierno se trace previo a la contratación. En el caso de asuntos en Estados Unidos, donde la complejidad del entramado gubernamental requiere de muchos años de experiencia y acceso, la contratación de una firma, bien manejada, puede generar buenos resultados.

Un segundo elemento que no puede faltar es la transparencia en la contratación y origen de los recursos. La suscripción de un contrato a cargo de un Embajador ad honorem, la posterior subrogación del mismo a los diputados y el pago a cargo de empresarios que no se pueden nombrar, levanta muchas preguntas sobre los objetivos reales del contrato y sobre la transparencia del mismo.  Si el contrato es para fomentar la relación con Estados Unidos, ¿cuál es el problema de conocer a los financistas que están poniendo su dinero para tan loable objetivo?

No hay por qué tirar la piedra y esconder la mano, en algunas ocasiones, el apoyo en el exterior es importante para avanzar los intereses del Estado. La llegada de una nueva administración con características tan impredecibles es, por ejemplo, una buena razón para buscar una firma que apoye al Gobierno. Pero hay tres cosas que no deben faltar en una contratación del Estado: transparencia, transparencia y transparencia.

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