Por Frank Fuhrig (dpa)
Washington/Las Vegas

Después de más de un año de rumores, versiones encontradas y acusaciones cruzadas, el esperado e insólito combate de boxeo entre Floyd Mayweather y Conor McGregor ya tiene fecha: el púgil estadounidense y el luchador irlandés se enfrentarán el 26 de agosto en Las Vegas.

Mayweather, de 40 años y que se había retirado invicto hace dos temporadas, anunció la pelea anoche. «¡Es oficial!», exclamó el boxeador en su cuenta de Twitter.

McGregor es 12 años menor que Mayweather y es el actual campeón de la Ultime Fighting Championship (UFC) -la empresa más importante de artes marciales mixtas- en el peso ligero. Tiene un balance de 20 victorias y tres derrotas en su carrera.

Aunque nunca boxeó profesionalmente, el irlandés aceptó el reto de subirse a un ring para pelear con Mayweather, que ganó los 49 combates que disputó hasta septiembre de 2015.

En una conferencia telefónica celebrada ayer, el presidente de la UFC, Dana White, admitió que McGregor no está a la par de Mayweather bajo los «estándares del boxeo», pero consideró que la velocidad y la potencia de su mano izquierda representa una amenaza inusual para un oponente ortodoxo como Mayweather.

«Conor McGregor es un absoluto artista del nocaut. Cuando te golpea, estás fuera», remarcó White. «Es parte de la diversión de esta pelea. ¿Será capaz Conor McGregor de golpear a Floyd Mayweather en una pelea de 12 asaltos?», se preguntó.

Pese a que no hay confirmación oficial, se espera que la bolsa de premios sea de más de 100 millones de dólares para cada uno.

El límite de peso para la pelea en Las Vegas será de 69,85 kilogramos y el combate será supervisado por la Comisión Atlética del Estado de Nevada.

McGregor mide 1,75 metros y peleó en las artes marciales mixtas en diferentes pesos, desde 66 hasta 77 kilogramos.

Con un estilo potente y agresivo, el irlandés es una de las estrellas del UFC, con una multitud de seguidores en cada uno de sus combates. De acuerdo a los informes de prensa, sus últimas peleas superaron el millón de espectadores en el sistema «pay-per-view».

«La pelea está encendida», escribió McGregor en su cuenta de Twitter. A pesar de su nula experiencia en el boxeo, los aficionados del tatuado luchador sienten que su juventud, su velocidad y su capacidad de pegada le dan opciones ante su veterano rival, que al momento del combate llevará casi dos años sin subirse oficialmente a un ring.

Mayweather, por su parte, mide dos centímetros menos que el irlandés y boxeó en categorías que van desde los 59 hasta los 69,85 kilogramos, aunque no pelea desde el 12 de septiembre de 2015, cuando venció por puntos a Andre Berto.

En mayo de 2015, Mayweather rompió todos los registros históricos de «pay-per-view» cuando su pelea ante el filipino Manny Pacquiao superó las 4,6 millones de ventas en América del Norte y se convirtió en el combate más lucrativo de la historia. Sin embargo, ante adversarios menos carismáticos y calificados que el filipino, «Money» apenas ha superado la marca de un millón de ventas.

«Este es un evento sin precedentes», remarcó Stephen Espinoza, director de Showtime Sports, cadena de televisión de asociada a Mayweather.

«Es un espectáculo tal que, de pronto, personas que nunca han estado realmente interesadas en las artes marciales mixtas o en el boxeo, ahora están interesadas en este evento, debido a la naturaleza de la competencia y a la naturaleza de estas dos personalidades», remarcó Espinoza.

A pesar del rédito que podría suponer la pelea, Leonard Ellerbe, director ejecutivo de Mayweather Promotions, dejó en claro el riesgo que asume el astro estadounidense en su combate 50 como profesional.

«McGregor es la estrella más grande en su deporte, con un gran golpe de nocaut. Mayweather está poniendo todo sobre la mesa porque arriesga su legado contra un boxeador novato», admitió Ellerbe.

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