Luis Fernández Molina
Era manifiesto que el lugar de la reunión era modesto, sin lujos, pero era evidente que el entrevistado se sentía a sus anchas. ¿Por qué no vive en la Casa Presidencial? Para qué si aquí he vivido desde hace 28 años y me siento muy a gusto; ¿para qué todos esos gastos? Unas tomas se hicieron en el jardín en donde lo acompañaba un perro y luego un gato. “Se llama Manuela mi perra y que me perdone que le haya puesto nombre de personas porque los perros son más nobles.” El nombre del gato no nos lo compartió. La vestimenta del entrevistado era igualmente recatada. Así me gusta vestir, como lo he hecho siempre desde que fui diputado, senador y ahora presidente; claro en ocasiones el protocolo me obliga a usar otro tipo de atuendo pero, terminada la actividad, regreso a mi ropa.
En los últimos años el índice de pobreza en Uruguay bajó de un 40% a un 10% y el desempleo de un nominal 16.5% (en realidad era mayor) bajó a un 6%. Ello en medio de una crisis mundial y de los serios problemas económicos de los más ricos países del área. ¿Qué se esconde detrás de esos cambios? Hay varios factores pero sin duda uno de los principales es el liderazgo de este señor que da la apariencia de un abuelo cariñoso, casi un Santa Claus, que ha sabido llevar el rumbo de ese pequeño país.
Pero no nos debe llamar a engaño la imagen paternalista del anciano de casi 80 años. En su tiempo fue un destacado combatiente (Tupamaros), que estuvo detenido más de 14 años. Fue tiempo duro, entre otras cosas, porque no se le permitió leer libros. Tuvo que aprender a buscar el yo que llevaba adentro. Sus palabras destilan una gran sabiduría cuando relata ese encuentro consigo mismo y cómo el ser humano puede localizar fuerzas en una fuente muy interna donde nunca pensó que podía encontrar. Con todo se le ve relajado, satisfecho de sí mismo. Por eso se le ve afable y bromista. Al estilo de Mandela no proclama ni venganza ni odio.
¿Qué opina señor Presidente que la revista The Economist haya proclamado en 2013 a Uruguay como País del Año? “Tan mal están los demás países”. Aunque no comparto su visión política de corte socialista dice que “se quiere aprovechar de las virtudes del capitalismo”; serían necesarias muchas horas de entrevista para ampliar esos puntos. En todo caso el principal eje de su política es la solidaridad, la seguridad, la educación y la energía. Claro, el combate a la corrupción cae de su peso con su ejemplo.
Televisión Española transmitió el día sábado la referida entrevista cuyos pasajes glosé; ojalá se pudiera repetir o que se gestionaran los derechos para que lo viera la mayoría de la población, que mucho enriquecería.