Ayer, la Fiscal General Thelma Aldana presentó su tercer informe de labores a la cabeza de un Ministerio Público desde el que ha anunciado que no hay quién sea demasiado poderoso para poder actuar fuera del marco de la ley.
La administración actual en la instancia de persecución penal ha sido reconocida por los grandes logros contra las estructuras de corrupción estatal y privada, los avances en trabajos contra delitos como la extorsión, vida, femicidio y el impulso que se le ha querido dar a la aplicación de la ley.
Sin embargo, para que el legado de una verdadera universalización de la justicia quede, será necesario que los “intocables” que todos conocemos y que siguen pendientes, sean traídos ante la justicia. Por supuesto, estamos hablando de los corruptos pendientes entre los que deberían estar Arzú, los Colom Torres, Fuentes, etc.
Es necesario que, para afianzar el sentimiento de una justicia verdaderamente universal, se note que no es un esfuerzo contra los miembros del Partido Patriota, sino que es una justicia ciega y balanceada.
La administración anterior salió con la terrible nube sobre su cabeza de haber sido muy eficiente en temas de justicia de transición, pero incapaz absolutamente en perseguir corrupción. Muchos creen que se pactó con la gente del gobierno de la UNE ya que, evidentemente, en aquel momento ya había un Gustavo Alejos, los Colom Torres, Transurbano, Odebrecht, etc., y de eso nunca se oyó nada.
Es fundamental que, si alguna vez hubo un pacto de protección contra estas personas, se demuestre que a partir de la “nueva era de la persecución penal”, esta se queda sin efecto y que se terminará aclarando que la justicia, de verdad, puede alcanzar a cualquiera.
Y en este cuarto año de administración será importante que se sepa un poco más del rendimiento que tiene un Ministerio Público para la sociedad cuando funciona. A la fecha, el Ministerio Público ha mencionado que tiene presencia territorial en 10% de los 340 municipios. Muchas cosas cambiarían si como voluntad de Estado se decidiera que la presencia institucional y con fiscalías especializadas, se ampliara para facilitar el acceso del ciudadano a la prestación de los servicios de la justicia.
En fin, que ha habido muchísimos avances en estos tres años y se ha logrado enviar el mensaje de que la justicia avanza y que sus brazos se alargan para seguir alcanzando a los que intentan huir de ella. Será por ello fundamental que sin ninguna duda, en este cuarto año se logre alcanzar a los otros “peces gordos” que nadan entre la piscina y que desde administraciones anteriores han pretendido que no existen.