Madrid,
Agencia dpa

La fecha señalada por los expertos es el 27 de octubre, día en el que finalizará el periodo de incubación del virus -21 días- desde que la paciente contagiada mantuvo los últimos contactos antes de ser aislada en el hospital Carlos III de Madrid.

«En este momento no hay ninguna persona en España con la capacidad de transmitir el virus del ébola más allá de la paciente. Estamos en una situación de absoluta tranquilidad», dijo el portavoz, Fernando Rodríguez.

La mujer contagiada, una enfermera que atendió recientemente a dos misioneros españoles con ébola repatriados por España desde África permanece «muy grave», aunque sin cambios relevantes respecto a los últimos dos días.

«La buena noticia es que cada día que pasa luchando con esta enfermedad va desarrollando una respuesta inmune al virus», dijo Rodríguez, quien apuntó que las próximas 24-48 horas serán claves para la paciente.

De momento, éste es el único caso de contagio registrado en el país. Hay otras 15 personas aisladas bajo vigilancia médica por haber mantenido contacto con la infectada, todos ellos asintomáticos hasta ahora.

El gobierno español defendió hoy su decisión de repatriar a los dos misioneros españoles que se infectaron por el ébola en África y que fallecieron en agosto y septiembre en un hospital de Madrid, donde los atendió la enfermera contagiada.

«El deber de un Estado es proteger a sus ciudadanos y más aún cuando están en circunstancias difíciles lejos de España», dijo el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, en una entrevista publicada hoy por el diario español «El País».

El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, fue más allá en declaraciones a los micrófonos de Televisión Española y dijo estar «orgulloso» de haber trasladado a España a los dos sacerdotes.

«Fue una decisión acertada (…) Cómo no vamos a repatriar a dos compatriotas que estaban en una situación de extrema necesidad y que habían dado su vida al servicio de los demás. Si hubiéramos hecho otra cosa hubiéramos actuado con indignidad», señaló.

La decisión de trasladar a los dos religiosos con ébola desde Liberia y Sierra Leona hasta Madrid desató en su momento la alerta entre algunos colectivos sanitarios, que advirtieron de un riesgo de contagio.

Al confirmarse la infección el 6 de septiembre, se volvió a cuestionar la decisión y se acusó al Ejecutivo español de improvisar y de no aportar las garantías necesarias para llevar a cabo la repatriación.

García-Margallo dijo también que confía en que la crisis del ébola en España no afecte a la imagen del país en el exterior. «A a larga se verá que nuestro sistema de salud es uno de los mejores del mundo», zanjó.

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