Por SYLVIA HUI y KELVIN CHAN,
HONG KONG
Agencia AP

Los caóticos acontecimientos ocurrieron luego de que la policía ejecutara una operación en la madrugada para reabrir algunas importantes vías bloqueadas por los manifestantes durante más de 15 días.

La policía informó que continuará removiendo los obstáculos de la zona para aliviar el tránsito y advirtió que cualquiera que desafiara a la autoridad sería detenido.

La confrontación del lunes subrayó la tensión existente entre los manifestantes encabezados por estudiantes y las autoridades, a quienes se suman residentes molestos con las alteraciones que causan las protestas.

Los manifestantes han inundado las calles de Hong Kong desde el 28 de septiembre, en un movimiento de desobediencia civil contra la restricciones que quiere imponer Beijing sobre las primeras elecciones directas del líder de la ciudad, previstas para 2017. Los inconformes quieren que las autoridades eliminen el plan de que un comité pro Beijing filtre a los candidatos de las elecciones.

Autoridades han insistido en que los manifestantes se retiren de las calles, pero los líderes estudiantiles aseguraron que continuarán su protesta hasta que el gobierno responda a sus demandas.

Los manifestantes reorganizaban sus barreras hoy luego de que unas dos docenas de hombres que se cubrían el rostro con máscaras quirúrgicas intentaron retirar por la fuerza las barricadas de metal que los manifestantes, en su mayoría estudiantes universitarios, habían montado para bloquear avenidas principales.

Algunos utilizaron cuchillas para cortar los cables que conectaban las barricadas y enfrentaron con estudiantes y policías que trataban de detenerlos.

Varios cientos de los rivales anti protestas corrieron hacia las barreras coreando «¡Abran la calle!». También gritaron «La ocupación es ilegal».

Conductores de taxis se sumaron a la multitud, algunos de ellos conduciendo sus coches hasta las barricadas y haciendo sonar las bocinas para expresar su descontento por las interrupciones de tráfico.

Una línea de policías contuvo a la multitud, manteniéndola separada de los manifestantes al otro lado de las barreras.

El manifestante Alex Kwok dijo haber recibido un arañazo en el brazo tras ser atacado por varios hombres a los que acusó de ser miembros de las tríadas, o pandillas de crimen organizado.

La tensión se relajó más tarde cuando la mayoría de la multitud se dispersó. La policía se llevó a algunos hombres enmascarados dentro de la zona de protesta que intentaron iniciar peleas con los manifestantes, y más tarde anunció la detención de tres hombres, de entre 18 y 47 años, sospechosos de agresión y de portar armas. La policía no informó a qué bando pertenecían los detenidos.

Hubo acusaciones en el sentido de que se pagó a quienes trataron de desmantelar la protesta.

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