Washington
DPA
El Departamento de Justicia de Estados Unidos le advirtió en enero a la Casa Blanca que Michael Flynn, entonces asesor de Seguridad Nacional del presidente Donald Trump, podía ser blanco de extorsiones por parte de la inteligencia rusa, declaró ante el Senado Sally Yates.
Yates, quien ejerció como Fiscal General durante once días tras la asunción de Trump, brindó su primera declaración pública sobre la información que aparentemente motivó el 13 de febrero la renuncia de Flynn.
En particular, Yates dijo haber encabezado una delegación que le comunicó al abogado de la Casa Blanca que el vicepresidente Mike Pence y otros estaban realizando declaraciones falsas sobre los contactos de Flynn con el embajador ruso en Washington de acuerdo a la información del Departamento de Justicia.
Las autoridades estaban preocupadas respecto a que las agencias de inteligencia rusas «pudieran tener pruebas de esa información y crearan una situación comprometida, es decir, una situación en la que el asesor de Seguridad Nacional pudiera ser chantajeado por los rusos», manifestó Yates.
Flynn renunció a su cargo como asesor de Trump tan solo 24 días después de haber asumido, en medio de un escándalo por sus contactos con la embajada rusa en Estados Unidos, con la que presuntamente conversó sobre las sanciones contra Moscú previo a las elecciones.
Al dimitir, Flynn reconoció haber dado «información incompleta» a Pence respecto a una comunicación que tuvo el 29 de diciembre con el embajador ruso en Estados Unidos.
Yates, que fue fiscal general adjunta durante la administración de Obama, dirigió el Departamento de Justicia desde el 20 hasta el 30 de enero, cuando fue desplazada por negarse a defender el decreto migratorio de Trump que buscaba impedir el ingreso a Estados Unidos de ciudadanos de ciertos países de mayoría musulmana.
Las agencias de inteligencia de Estados Unidos sostienen que el ataque cibernético sufrido por el Partido Demócrata estuvo relacionado con el Gobierno de Rusia.
En la audiencia de este lunes, convocada ante un grupo del Comité de Justicia del Senado, Yates se negó a describir públicamente las actividades de Flynn que están documentadas en informes clasificados.
De acuerdo a la información filtrada, el embajador ruso Serguei Kislyak se encontraba vigilado por Estados Unidos de rutina, por lo que se pudo conocer el contenido de sus conversaciones telefónicas con Flynn.
Yates dijo que le informó a fines de enero al abogado de la Casa Blanca, Don McGahn, sobre las preocupaciones del Departamento de Justicia debido a que Flynn le había mentido al vicepresidente.
«Y lo que también es importante es que cada vez que esa mentira se repetía, aumentaba el compromiso. Y, lo que es obvio, uno no quiere que su asesor de Seguridad Nacional se vea comprometido con los rusos», dijo Yates.
Trump intentó este lunes temprano distanciarse de Flynn y vincularlo con el Gobierno de Barack Obama a través de Twitter.
La carrera militar de Flynn culminó en 2012 cuando fue nombrado por Obama para liderar la Agencia de Inteligencia de la Defensa, cargo que dejó a fines de 2014 en lo que pareció un despido encubierto.
En cuestión de meses, Flynn comenzó a asesorar a Trump en los inicios de su campaña presidencial respecto a políticas de seguridad nacional.
Hoy más tarde Trump también se refirió a Yates a través de Twitter, sugiriendo que debería ser interrogada bajo juramento sobre cómo la información clasificada que ella le suministró al abogado de la Casa Blanca se filtró en seguida a los medios de comunicación.
También este lunes las cadenas CNN y NBC informaron, en base a fuentes cercanas a Obama, que el ex mandatario había advertido a su sucesor sobre el nombramiento del ex general Flynn como asesor de Seguridad Nacional.
La advertencia tuvo lugar en el primer encuentro entre ambos el 10 de noviembre, dos días después de las elecciones presidenciales, según la información difundida por los medios.
El ex presidente dejó en claro que no era fan de Flynn, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer.