Por Alfonso Mata
En Guatemala hay aproximadamente más de 20 mil enfermeras y enfermeros, la mayoría trabajando con el sector público, pero ¿qué hacen estas mujeres y hombres? Al igual que en otras ciencias y artes profesionales, en la enfermería hay modelos y teorías respecto al trabajo que corresponde hacer a esta disciplina. Una de las más atractivas y discutidas en la actualidad es la de Jean Watson también denominada «teoría del cuidado humano» y que vamos a presentar en este documento.
No cabe la menor duda que cuidar es una actividad que conjuga una relación humana, con unos procesos para hacerlo y eso va más allá de la enfermedad. En el caso de la enfermería, el cuidado del paciente o de una sociedad es la parte central de su actividad e implica al paciente o grupos humanos y al profesional como receptores y transmisores simultáneamente.
El trabajo de la enfermería tiene que ver con tres cosas: Protección, mejora y preservación de la dignidad humana. El cuidado para eso involucra: valores, voluntad y un compromiso; los tres necesarios en la persona humana que se dedica al cuidado de la salud.
La enfermera en su trabajo diario, entra en el campo de condición y comportamiento de pacientes y las poblaciones, y debe responder a las condiciones del ser del paciente (espíritu, alma y cuerpo) y a lo que el paciente expone sobre todo eso. Este tiempo de cuidado es creado por ambos
De tal manera que el objetivo de la enfermería, es el cuidado del paciente, pero para poder hablar del trabajo de la enfermera se debe comprender lo que la palabra cuidado significa.
Las enfermeras de hoy, cargan en sus espaldas un largo recorrido nacido en los días de la guerra de Crimea, donde la experiencia lograda por Florence Nightingale estableció el estándar en la atención de enfermería básica. Las enfermeras del siglo XXI, han hecho avances significativos en la ampliación de sus funciones en la asistencia sanitaria, lo que los hace extremadamente importante en la implementación de la atención de alta calidad.
«no son domésticas, sino gente profesionalmente capacitada» -reconoce seriamente el médico.
El diario hacer de la enfermera se realiza dentro de las unidades de salud bajo un principio a veces contradictorio «Con más responsabilidades, poseen menos tiempo para completar sus tareas». Las enfermeras en nuestros centros hospitalarios, públicos o privados, están más ocupadas que nunca y puede ser difícil para ellas, conectarse con los pacientes. Cuidar de un paciente parece ser un deber obvio, que ella debe cumplir, pero realmente preocuparse por el paciente, parece perderse bajo la gama de responsabilidades que debe cumplir.
Por otro lado, hay una creencia que resulta del todo inválida; se supone que las enfermeras tienen una capacidad innata de cuidar, pero es sorprendente que luego de sus años de estudio, algunas enfermeras y enfermeros, pueden no saber lo que realmente significa cuidar a un paciente o desarrollar una relación terapéutica significativa. Esto es especialmente cierto y se observa con mayor frecuencia, en los centros de cuidados intensivos, en las unidades de atención primaria, donde el enfoque es los aspectos biofísicos de la atención se mezcla erróneamente con funciones administrativas.
En busca de la excelencia: lo que dice una teoría
Lo que pretende la teoría de Jean Watson, es unir el arte, la ciencia y las humanidades, en la actividad de enfermería; por consiguiente es una práctica interpersonal que tiene como finalidad promover, preservar, recuperar y rehabilitar la salud y el crecimiento humano de la persona.
La teoría del cuidado humano de la enfermera Jean Watson, es una teoría de rango medio, que da vida y vigor al lado existencial de la enfermería. Se centra en el cuidado auténtico de todo el paciente. Esto significa cuidar la mente, el cuerpo y el espíritu del paciente, para que el proceso de curación pueda continuar en un nivel óptimo. Watson lo describió como un modelo de cuidado, que incluye tanto el arte como la ciencia; ofreciendo un marco que abarca e intersecta con el arte, la ciencia, las humanidades, la espiritualidad y las nuevas dimensiones de la mente-cuerpo-espíritu de la medicina, así como la enfermería (Watson, 2009).
Watson cree que su teoría es evolucionista y debe estar abierta a la práctica siempre cambiante de la enfermería, basándose en la dinámica de los fenómenos humanos. Ella explica que «la ciencia humanitaria va más allá de una intelectualización del tema» invita a caer en lo atemporal; «un espacio oportuno para revisar el fenómeno perenne de la condición humana». La aplicación de conceptos abstractos tales como amor, fe, cuidado, esperanza, confianza, espiritualidad, puede ayudar a la ciencia y el ejercicio de la enfermería, puede ayudar a estratificar el concepto de cuidado humano.
La Teoría del Cuidado Humano de esta enfermera, se compone fundamentalmente de cuatro elementos conceptuales: 1.procesos de caritas clínicas y sanitarias 2.relaciones de cuidado transpersonal 3.momento de cuidado/ocasión de cuidado y 4. conciencia de cuidado (curación).
Los procesos clínicos de la caritas surgen de los propios factores de la caritas, que involucra la promoción de la fe, la confianza, el amor, la esperanza, el cariño, el desinterés, la espiritualidad, la energía y la comprensión entre los dos sujetos que relacionan el acto de la atención. Watson usa la palabra griega «caritas» para significar algo que es muy fino y de hecho precioso, invocando el amor. Pide que estos procesos de caritas clínicas sean una guía utilizada para practicar esta teoría. Eso implica entrar a una práctica consistente y continua que por ello no deja de ser agotadora y que contiene varias áreas de práctica que se pueden resumir de la siguiente manera:
Practicar la bondad amorosa y la ecuanimidad dentro del contexto de la conciencia cuidadosa.
Estar en el acto de la relación auténticamente presente, y permitir y sostener el sistema de creencias profundas y el mundo subjetivo de la vida de uno mismo y del uno que está a su cuidado.
El cultivo de las propias prácticas espirituales y el yo transpersonal, que va más allá del ego y se abre a los demás con sensibilidad y compasión tiene algunos principios como:
1. Desarrollar y mantener una relación de ayuda y confianza auténtica.
2. Estar presente y apoyar la expresión de sentimientos positivos y negativos, como una conexión con un espíritu más profundo de uno mismo y del ser cuidado.
3. El uso creativo de sí mismo y todas las formas de saber, cómo parte del proceso de cuidado; para participar en el arte de las prácticas de cuidado-curación.
4. Involucrarse en una verdadera experiencia de enseñanza-aprendizaje, que asiste a la unidad del ser y del significado, intentando permanecer dentro de los marcos de referencia de los demás.
5. Crear un ambiente curativo en todos los niveles (físico y no físico), un ambiente sutil de energía y conciencia, donde la plenitud, la belleza, el confort, la dignidad y la paz se potencian.
6. Ayudar con la gratificación de las necesidades humanas, con una conciencia de cuidado intencional, administrando la «esencia del cuidado humano», que potencia la alineación de la mente-cuerpo-espíritu, integridad y unidad del ser, en todos los aspectos del cuidado; Tendiendo tanto al espíritu encarnado como a la emergencia espiritual en evolución.
7. Abrir y atender a las dimensiones espirituales-misteriosas y existenciales de la propia vida-de la muerte; El cuidado del alma para uno mismo y para él ser a nuestro cuidado.
Se supone que la práctica de esos elementos en uno y con uno mismo, ayuda a la enfermera a implementar comportamientos de cuidado en su propia práctica de enfermería.
Jean Watson cree que la enfermera y el enfermero deben autorealizarse constantemente en una relación de cuidado transpersonal que «se mueve más allá del ego y se irradia a las preocupaciones y conexiones espirituales, incluso cósmicas». Las enfermeras y los enfermeros, deben tener espacio-tiempo para encontrarse dentro de sí mismos; para explorar y reflexionar sobre quiénes son, a fin de proporcionar un cuidado óptimo. Si la enfermera y el enfermero están en contacto -que es lo deseable- significa tiempo-observación con lo que se necesita para cuidar de ellos mismos. Eso puede llevarlos a una experiencia que no sólo beneficia al paciente, sino al cuidador. De esa forma, las enfermeras y enfermeros plenos, trascienden su deber, anticipando las necesidades del paciente y haciendo que se cumplan esas necesidades.
El Momento ideal de cuidado / ocasión de cuidado, se centra en el momento en que la enfermera experimenta algo más grande que ella misma. Puede sentirse espiritual y hacer que la enfermera, haga conexiones con sentimientos y estados emocionales que nunca se han producido. También puede significar estar presente para el paciente en un mundo y espacio de su crecimiento o en el momento de dejar espacio, para abrir nuevas posibilidades, para una conexión humana a un nivel más profundo que el de la interacción física.
La función de cuidar/conciencia de curar, significa que la enfermera debe ser consciente de la dinámica de la vida y los fenómenos humanos. Watson quiere que el cuidador sepa que cada ser humano está conectado y la energía exudada por el cuidador, puede afectar la curación de un paciente. Ella se mueve hacia un camino más existencial al afirmar que «la conciencia cariñosa y curativa existe a través y trasciende el tiempo y el espacio y puede ser dominante sobre las dimensiones físicas» (Watson, 2006). Esta parte de la teoría es muy subjetiva y puede ser difícil de explicar.
Explorando la teoría
La Teoría del Cuidado Humano se presenta con muchos elementos y atributos fuertes, pero también tiene sus limitaciones. Una crítica de una teoría, necesita de una guía. Algunos recomiendan, para ayudar a una crítica, examinar una teoría a través de algunas preguntas y ver en cuanto responden afirmativamente.
Preguntas claves en eso ya se han planteado y resultan fundamentales las siguientes:
1. ¿Qué tan clara es esta teoría?
2. ¿Qué tan simple es esta teoría?
3. ¿Qué tan general es esta teoría?
4. ¿Qué tan accesible es esta teoría?
5. ¿Qué tan importante es esta teoría?
De acuerdo con Chinn y Kramer (2008), estas preguntas ayudan a descifrar lo bien desarrollada que es una teoría y/o cuán adecuada es la adecuación de una teoría a su propósito. Estas preguntas ha sido probadas y contestadas para ayudar a evaluar lo que afirma esta teoría.
Fortalezas de la teoría
Claridad
La praxis de Watson se presta a proporcionar otra dimensión de la enfermería, que rara vez se explora en el arte de cuidar. El desarrollo de esta teoría estratifica el concepto de cuidar. Cuidar es una parte importante de la enfermería y Watson facilita a la enfermera sus principios, para entender el poder del cuidado humano.
Leyendo esta teoría, es claro que el cuidado de los pacientes, puede ser un laberinto de muchas dimensiones que si se sabe andar por ellos, conduce a un proceso de curación profunda para el paciente y el cuidado exitoso según la ocasión, para la enfermera o el enfermero. En un entorno de cuidados intensivos, los pacientes pueden ser consumidos por la ansiedad y el miedo. Los aspectos señalados por Watson ayudan a una enfermera o enfermero que cuida, a identificar esos síntomas y a ayudar al paciente a resolver sus temores. Un estudio prospectivo descriptivo, podría definir si las enfermeras tratan de conocer a sus pacientes a través del elemento de relación de cuidado transpersonal de la teoría, pues si sí lo hacen, es más probable que identifiquen y gestionen mejor las necesidades de sus pacientes. La claridad estructural y la coherencia de la teoría, ayuda a entender sobre todo sus conceptos, desconocidos fuera de la enfermería.
Sencillez
La mayoría de las relaciones descritas en el modelo de cuidado se describen con fuerza en muchos estudios. La relación descrita entre los pacientes y la enfermera, es intensa profunda e interconectada, a los ojos de Watson. Gran parte de la base teórica para la enfermería consiste en eso.
La práctica se basa en la relación transpersonal que considera al paciente como «él otro a ser querido» El participante en el momento del cuidado puede ser un vehículo para la curación en muchos niveles. Esto depende del concepto general de que los pacientes a menudo dependen de las enfermeras para recibir atención psicosocial, espiritual y de bienestar. La relación posee un gran poder curativo para el paciente, porque Watson cree en la interconexión de los seres humanos.
El modelo de cuidado proporciona una capacidad para que las enfermeras entiendan cómo los comportamientos de cuidado pueden ayudar a desarrollar relaciones transpersonales con los pacientes, poniéndolos a gusto y promoviendo una sensación de seguridad. Esta teoría es importante para ayudar a las enfermeras a desarrollar estos comportamientos de cuidado.
Accesibilidad
El concepto de cuidado es muy amplio, pero la Teoría de Watson de cuidado Humano, parece ayudar a estratificar los conceptos para ayudar a las enfermeras y enfermeros a entender más sobre el cuidado humano. Las definiciones dentro de la teoría son bastante generales para hacer que la teoría sea fácil de seguir. La teoría introdujo una nueva palabra y la definió en consecuencia. El término «caritas». Ella proclama que proviene de la palabra griega que significa «apreciar y apreciar, prestar atención especial o amar».
Importancia
Es importante comprender, que Watson desarrolló esta teoría como un trabajo en constante evolución. Por lo tanto, ha trascendido y puede adaptarse, a nuestra sociedad rápidamente cambiante, al igual que lo es la práctica de enfermería. Responde muy bien a la dinámica de los fenómenos humanos. Se centra en el autocuidado de la enfermera, que uno puede apreciar.
Watson quiere que la enfermera entienda, que uno debe encontrar que su yo interior y espiritual ayuda a ir más allá del yo mismo, para iniciar la apertura a los demás con sensibilidad y compasión. También tiene un tremendo potencial para influir en las acciones de enfermería y propulsar la disciplina hacia un contexto más holístico.
Según investigadores del tema, el autocuidado es importante en la enfermería, porque acerca a las enfermeras a sus espíritus, permitiéndoles sentirse interconectadas con todo lo que hay en el mundo y experimentar un amor cósmico. Hernández, uno de esos investigadores, hace eco de uno de los principios de la teoría de Watson, diciendo que la enfermera debe tomar de sí misma y conocerse y adaptarse mejor y primero antes que trabajar con los otros. Uno puede aplicar este conocimiento y otros, a su práctica de enfermería, porque tareas tan simples como «estar presente» se puede hacer en cualquier entorno, especialmente en el entorno de cuidados agudos. En el ajetreo y el bullicio de un hospital, la enfermera puede traer la conciencia diaria a su práctica con la práctica de la respiración consciente por ejemplo; cada vez que la enfermera entra en la habitación del paciente, la enfermera puede tomar una respiración limpiadora, que le recuerde que deben ser conscientes del momento presente. «Cultivar la conciencia del aliento trae equilibrio a nuestro pensamiento, sentimiento y hacer» (Hernandez, 2009).
El uso de esta teoría no debe obstaculizar de ninguna manera la enfermería; aunque, actualmente hay una investigación mínima para medir y validar los resultados. Esta teoría contiene conceptos que parece mejorar la disciplina de enfermería.
Limitaciones de teoría
Sencillez
El empirismo de esta teoría podría perderse, en aquellos que no pueden captar un apego a la naturaleza metafísica y filosófica de la misma. McCance explica que «el contexto filosófico en el que se basa la teoría puede conducir a dificultades de comprensión para los individuos que no tienen conocimientos básicos en esta área» (McCance, 2009). Sin embargo, algunos de los conceptos son lo suficientemente amplios, como para que gran parte de ellos puedan ser muy subjetivo prestándose a la mala interpretación. Algunos de los conceptos pueden ser un poco o demasiado vagos y se superponen y podrían causar confusión.
Importancia
Un problema significativo para esta teoría de rango medio, es que carece de investigación. Los estudios que ayudan a reforzar la teoría son muy mínimos. Se necesita más investigación para ayudar a medir los resultados deseados. Aunque, los conceptos de la teoría parecen sólidos, debe ser validados. Para algunas enfermeras y enfermeros, la teoría podría ser considerada como sin sentido. McCance (1999) considera que las fuerzas existenciales-fenomenológicas-espirituales usadas por Watson, pueden no tener sentido para muchos que trabajan en la práctica clínica, reforzando el hecho de que se necesita más investigación.
Conclusión
La Teoría del Cuidado Humano de Jean Watson ayuda al personal de enfermería a desarrollar comportamientos de cuidado, recordándoles que el acto de cuidar es una parte extremadamente importante en el proceso de curación. La teoría tiene muchos elementos y cualidades fuertes, tales como la capacidad de trascender la dinámica en constante evolución de los fenómenos humanos.
La relación entre el paciente y el personal de enfermería, de por sí es y debe ser esperada porque sostiene la llave del éxito de la curación y evolución del paciente y le permite a este crear una experiencia propia sobre salud/enfermedad. Watson enfatiza que como seres humanos, debemos cuidar de nosotros mismos para cuidar de los demás. Comprender la conexión metafísica entre los seres humanos, también puede ayudar a entender la importancia del cuidado humano. Es necesario realizar más investigaciones sobre esta teoría para validar su uso en la práctica de la enfermería. Este modelo de cuidado está aparentemente bien desarrollado en teoría, pero carece de desarrollo en la práctica debido a la falta de estudios empíricos.
Lo que pretende la teoría de Jean Watson, es unir el arte, la ciencia y las humanidades, en la actividad de enfermería; por consiguiente es una práctica interpersonal que tiene como finalidad promover, preservar, recuperar y rehabilitar la salud y el crecimiento humano de la persona