Por ALAN SCHER ZAGIER,
FERGUSON,
Agencia AP
El evento de cuatro días llamado Octubre Ferguson comenzó ayer en la tarde con una marcha afuera de la oficina del fiscal del condado St. Louis en Clayton, donde los manifestantes reiteraron su petición al fiscal Bob McCulloch para que acuse a Darren Wilson, un policía blanco de Ferguson, por la muerte del joven negro desarmado Michael Brown, el 9 de agosto. Un jurado investigador está revisando el caso y el Departamento de Justicia abrió una investigación de derechos civiles en el caso y otra más amplia sobre la policía de Ferguson.
«Estamos aquí para pedir la justicia por la que ha muerto nuestra gente», declaró la organizadora Montague Simmons, del grupo local Organización para la Lucha Negra. «Estamos aquí para traer paz, reparación, para levantar nuestras banderas en el nombre de aquellos que han sido sacrificados».
A última hora del viernes, creció la tensión con los manifestantes en el exterior de la policía de Ferguson coreando consignas contra los agentes como «Policías asesinos, KKK (en referencia al grupo racista Ku Klux Klan) ¿A cuántos niños habéis matado hoy?», mientras un muro de 50 agentes antidisturbios permanecía junto a ellos. Las autoridades habían anunciado que arrestarían a cualquiera que tocara a un oficial.
La policía de Clayton no informó de arrestos y los agentes escoltaron a los cientos de manifestantes por el centro del suburbio mientras pasaban junto a restaurante de alta gama, joyerías, bancos y bufetes de abogados.
Las tensiones crecieron esta semana porque otro joven negro fue abatido por un policía blanco en St. Louis. Las autoridades dijeron que Vonderrit D. Myers disparó al agente, quien estaba fuera de servicio oficial pero trabajando como agente de seguridad privada en el barrio. Los padres del fallecido aseguran que iba desarmado.
Los organizadores esperan convocar de 6 mil a 10 mil personas para las manifestaciones.
