Juan de Dios Rojas

Viene a ser, no puede negarse jamás la eterna lucha que enfrenta y genera verdaderos confrontamientos mundiales. Dos de tal categoría registra la Historia, la segunda sacudió confines, causando tenebrosos y horrendos crímenes de lesa humanidad. La utilización de la bomba atómica en Hiroshima y Nagasaki, barrieron de la faz de la tierra por los efectos desastrosos, con todos.

La totalidad de agricultores considera la tierra como la madre que rinde, en la normalidad, el sustento propio e ingresos económicos, firmeza del sustento cotidiano. Los despojos, apoderamiento de la misma, representan una lucha por defenderle sin tregua, razón de dialogar después del derramamiento de sangre fraterna, incluso de extranjeros, por intereses de poderosos.

Justifica, entonces las medidas de hecho imperantes hasta el momento, toma de carreteras importantes, vías de primer orden en el diario transitar. Manifestaciones colectivas que pugnan por incrementos salariales o del abastecimiento de medicamentos en el sistema hospitalario, de cuyo abandono y venido a menos, ajenos al cumplimiento de la asistencia social.

Respecto al agua, líquido vital también causa serios y delicados problemas a la población en general, así sea área urbana o rural. Indispensable a todas luces, no se puede vivir sin dicho elemento. Razón de peso mayor asiste a las demandas generalizadas en procura de este elemento valioso que escasea debido a su incorrecto uso y abuso ostensible, visualizado en mayor cuantía.

En pocas palabras, el agua apunta desfavorablemente a acabarse, entre otras causas por la mano de los propios seres humanos. Representa, inclusive, el motivo real de tanto enfrentamiento por su uso razonable, lejos de constituir su mantenimiento justo. Esa misma circunstancia en crecimiento da origen inmediato al cierre del sistema vial, debido a las mineras en acción.

Dichas manifestaciones constantes pugnan por la no autorización, inclusive, de hidroeléctricas; sus promotores de capital extranjero no ceden a dialogar con ánimo conciliador; eso va en contra de sus políticos laborales-empresariales. Terminan estos objetivos sin pena ni gloria en un auténtico diálogo de sordos, empeñados en mostrar empecinamiento absurdo e invariable total.

El señalamiento en el titular de estos renglones, con la venia de los lectores, de ALGO MAS, comprende el actual estado de cosas, es la temática de una campaña anticipada de naturaleza política. Esto mismo representa no quitar el dedo del renglón y, en consecuencia significa de nuevo hacer lo mismo de siempre; así sea la invariable y pésima costumbre de no mejorar las cosas.

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