Raúl Molina

El Viernes de Dolores, momento culminante de la tradicional Huelga de Dolores de la Usac, declarada Patrimonio Cultural Intangible de la Nación en 2010, llega hoy a un nuevo aniversario, el 119, en medio de graves conflictos en el estudiantado universitario. Estos se han manifestado como actos de violencia y agresiones, particularmente por parte de «desconocidos» en contra de estudiantes universitarios deseosos de rescatar el movimiento estudiantil y la celebración de la Huelga. Al centro de la pugna está el cuestionamiento que hacen de la «AEU mafiosa» las asociaciones estudiantiles legítimas, que gozan de reconocimiento y respaldo entre el estudiantado de sus Facultades, Escuelas y Centros Regionales. Dirige la AEU un grupúsculo que se ha enquistado en dicha organización y cuyo único objetivo ha sido el enriquecimiento mediante los cobros de la Huelga, extorsiones «light» y venta de servicios y artículos en las instalaciones de la Usac. Esta «AEU mafiosa» no tiene ningún interés en el estudiantado y menos interés aún en contribuir a la solución de los problemas nacionales. Por esa razón no apareció en la lucha por la dignidad en 2015, que llevó a la renuncia de Roxana Baldetti y Otto Pérez, siendo reemplazada en la práctica por otros movimientos estudiantiles.

Aparte de realizar la Huelga de Dolores, año con año, como crítica satírica de las dirigencias nacionales y universitarias, las y los legítimos estudiantes de la Usac han estado siempre junto al pueblo de Guatemala, comprometiéndose con éste en los momentos más difíciles de la lucha ciudadana, llegado muchos al sacrificio de ofrendar sus vidas. La historia del tradicional desfile bufo el Viernes de Dolores, precedido por las diversas actividades de la Huelga, que ha sido recogida particularmente por José Barnoya, nos relata la participación de valiosas figuras, entre ellos los creadores en 1921 de La Chalana – Miguel Ángel Asturias, Alfredo Valle Calvo, José Luis Balcárcel y David Vela. La Huelga, desde su origen en la época de Estrada Cabrera en 1998, ha tenido que enfrentarse a las diversas dictaduras que han ensangrentado el país, denunciando y condenando ante el pueblo los abusos de poder, los crímenes y la corrupción de la larga fila de nefastos gobernantes. Se ha utilizado la capucha para proteger la identidad de quienes han corrido enormes riesgos y han estado expuestos a sufrir ataques de las fuerzas de seguridad y los grupos clandestinos o los sicarios a sueldo de los poderes ocultos. Lamentablemente, hoy, la capucha sirve por igual a estudiantes comprometidos en la crítica del desgobierno de Jimmy Morales y Jafeth Cabrera y a los maleantes que han usurpado la AEU. Esperamos leer el No Nos Tientes legítimo, el cual mostrará, sin duda, la necesidad de transformar a fondo el caduco sistema político que padecemos. Hago votos porque 2017 sea el último año en que haya pugna entre varios «Honorables Comités de Huelga» y que en la lucha por depurar la AEU y devolvérsela a las mejores causas del pueblo de Guatemala participemos las y los universitarios que hemos pasado o estamos en la Universidad de San Carlos de Guatemala.

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