Washington
DPA/ AP
Los republicanos introdujeron hoy un cambio histórico en las reglas de funcionamiento del Senado para asegurar la aprobación del juez Neil Gorsuch, propuesto por el presidente Trump como nuevo magistrado del Tribunal Supremo.
Los republicanos, que cuentan con la mayoría en esa Cámara, votaron primero a favor de cambiar la nomativa invocando lo que se denomina la «opción nuclear», y que permitiría que Gorusch fuese elegido por mayoría simple (51 escaños). Normalmente, para elegir a un miembro del Tribunal Supremo se precisa una mayoría de tres quintos, es decir, de 60 senadores.
Se denomina la «opción nuclear» porque algunos consideran que se trata de un cambio fundamental en la forma en la que tradicionalmente vota el Senado.
Con una maniobra dilatoria, los demócratas bloquearon al candidato del presidente la Corte Suprema, aunque su victoria resultó efímera.
La votación fue de 55 votos a favor y 45 en contra de Gorsuch, quien necesitaba 60 votos para superar los obstáculos de procedimiento y llegar a la votación final. Los 44 demócratas e independientes votaron contra Gorsuch y por razones de procedimiento el líder de la mayoría, Mitch McConnell, sumó su sufragio al de ellos para permitir la reconsideración del voto.
Muchos senadores votaron desde sus bancas y permanecieron en la sala a la espera del drama a punto de desarrollarse.
McConnell se aprestaba a realizar las maniobras a fin de que la designación se pueda aprobar por mayoría simple en el Senado de 100 bancas. Bajo las nuevas normas, que los 52 senadores republicanos pueden aprobar a pesar de las enérgicas objeciones de los demócratas, se realizará una nueva votación para avanzar a la ratificación de Gorsuch.
Se prevé que será confirmado el viernes más tarde y que ocupará su lugar en la Corte en las próximas semanas, a tiempo para entender en los últimos casos del período actual.
Las maniobras se desarrollaron entre acusaciones mutuas de haber llevado al Senado a semejante situación.
McConnell acusó a los demócratas de obligarlo a cambiar las reglas al tratar de impedir la confirmación de un candidato altamente calificado como Gorsuch, de 49 años, con 10 años de experiencia en la Corte federal de apelaciones y una trayectoria conservadora consecuente. Dijo que el cambio de reglas impediría la maniobra dilatoria en ésta y futuras ocasiones, un cambio que según muchos legisladores agudizará la polarización del Senado, la Corte y el país.
«Ésta será la primera y última maniobra dilatoria partidista contra un candidato a la Corte Suprema», dijo McConnell. «Es la escalada más reciente de la guerra judicial incesante de la izquierda, la más audaz hasta el momento y no puede triunfar ni triunfará».
Las maniobras dilatorias contra candidatos a la Corte Suprema son un hecho casi inédito en el Senado, pero el enfrentamiento se desarrolla en un ambiente explosivo, en que los demócratas de centroizquierda están furiosos con Trump y los republicanos están desesperados por lograr una victoria luego de meses de caos en la presidencia.