Juan Francisco Reyes López
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Evidentemente, el período de funciones o duración en el cargo del Presidente de la Junta Monetaria y los tres ministros mencionados, en el primer caso, es el que establece la ley; es decir cuatro años y los ministros, mientras duren como ministros, lo cual es indeterminado, hecho lógico y comprensible. El miembro electo por el Congreso de la República no tiene un período determinado por cuanto al ser un representante del Organismo Legislativo estará en el cargo tanto como el pleno lo considere conveniente.

Según se puede comprobar, en representación del Congreso ha habido personas muy competentes, pero también ha habido personas como el reciente remplazado diputado Luis Fernando Pérez, quien no tenía la preparación académica, ni la experiencia para ser un adecuado representante, aunque sí tenía el apoyo de Zury Ríos Sosa. Su falta de preparación se evidenciaba frecuentemente, la última prueba de ello fue sus expresiones en un foro televisivo donde manifestó que había servido en la Junta Monetaria a tres gobiernos (Un represente no sirve a los gobiernos, especialmente si es representante del Organismo Legislativo) y que su cargo estaba a disposición del pleno (lo cual es correcto) o del presidente Otto Pérez Molina si ya no deseaba que él continuara en esa representación. El presidente Otto Pérez Molina es presidente del país y del Ejecutivo; por consiguiente, el representante del Congreso en la Junta Monetaria no puede aceptar órdenes del presidente y si lo hace es ilegal.

Sería conveniente que para evitar esos bochornos el pleno del Congreso emitiera normas reglamentarias que precalificaran quién puede ser representante del Legislativo en la Junta Monetaria y así evitar vergüenzas.

Esta misma situación, de cierta forma, también se aplica a los otros tres representantes de CACIF, de los bancos privados y de la Universidad de San Carlos de Guatemala, donde como es sabido también se han dado casos en los que los representantes han sido unas “alhajitas” que no buscan el bien común sino se sirven y sirven intereses de forma inadecuada. Como otro ejemplo vale recordar la triste y bochornosa actitud de Rodrigo Ponce, quien prácticamente avergonzó a la Universidad de San Carlos de Guatemala con sus actitudes en Junta Monetaria.

¡Guatemala es primero!

Continuará.

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