Lic. Douglas Abadía
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Los infantes descendientes de connacionales que tuvieron que ir en busca del “sueño americano” debido a la extrema pobreza regresan a Guatemala, y chocan repentinamente con una realidad adversa, muy diferente a la realidad que vivieron en Estados Unidos.
Ningún organismo público, privado e internacional tiene datos oficiales de cuántos niños nacidos en la unión americana viven en Guatemala como consecuencia de que sus padres fueron deportados.
Por lo que considero oportuno plasmar el testimonio de una mujer indígena que fue deportada hace dos años de Estados Unidos junto con su pequeña hija quien nació en el país del norte.
Al analizar la experiencia de doña Casimira García, podemos darnos cuenta del choque de realidades que enfrentan ambas al tener que adaptarse a circunstancias totalmente diferentes y adversas. Actualmente ambas viven en Totonicapán, y según la pequeña Jennifer Xiloj García pese a que apenas cuenta con 11 años de edad las realidades son muy distintas.
“Lo que estoy estudiando en la Escuela Oficial Mixta Chivarreto en quinto grado de primaria ya lo había visto en Estados Unidos.
¿Culpabilidad de los gobiernos de turno al no invertir en educación competitiva y de calidad en un mundo globalizado? ¿Serán suficientes los cursos contemplados en el pensum de estudios de primaria para la posterior inserción laboral de los estudiantes? ¿Se acomodaron los maestros con los mismos contenidos académicos dadas las deficiencias del Mineduc en cuanto a la contratación de maestros de alto nivel?
Otro elemento que llama la atención es la alimentación otorgada en las escuelas públicas, según la pequeña Jennifer en la unión americana le daban de comer sándwich con pollo, ensaladas, frutas y leche diariamente. En la realidad guatemalteca la infante afirma que apenas le dan medio vaso de atol y en el mejor de los casos una galleta o un pan.
¿Se aprenderá con el estómago vacío? ¿Se colabora indirectamente en ampliar los índices de desnutrición crónica en nuestro país? ¿Cómo formar recursos humanos competitivos con una alimentación de sobrevivencia y no de nutrición integral en la etapa de crecimiento?
En cuanto a infraestructura, la niña afirma que se enferma constantemente debido a las condiciones en que vive en su humilde vivienda en donde abunda el polvo, humo, mala alimentación además de la convivencia con animales de corral.
Se puede evidenciar la etapa difícil por la que atraviesa la pequeña Jennifer y cientos de infantes nacidos en el país del norte, pues estaba acostumbrada a vivir con métodos modernos, al igual que la educación que recibió en la unión americana; en nuestras comunidades se carece de dichas oportunidades de desarrollo.
Es necesario diseñar una base de datos en donde aparezcan los infantes de origen guatemalteco nacidos en Estados Unidos, pues al contar con doble nacionalidad se debe velar porque tengan mejores oportunidades tanto en Guatemala como en la unión americana.
En un futuro dichos infantes tienen derecho de regresar al país donde nacieron y volver a adaptarse de la realidad del tercer mundo al mundo desarrollado.