Dr. Luis Fernando Cordón Morales
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Conducirse bien desde la reflexión ética de Platón analiza el vínculo entre saber y decidir, ajustando la decisión a límites que implican reconocer en las cosas la idea que les da existencia; por su parte Aristóteles al situar tal reflexión en la práctica considera buena una decisión cuando nos permite darle a la vida una forma racional. La Ética es definida como el conjunto de normas morales que rigen la conducta de la persona en cualquier ámbito de la vida, por lo que es un adjetivo que se refiere a la rectitud conforme a la moral.
Los acontecimientos de la última semana nos dan cuenta sobre el posicionamiento de la ética en vida de algunos actores sociales guatemaltecos. En lo que respecta a los profesionales del Derecho, varios colegas fueron noticia por conductas no ajuntadas a normas éticas ni morales las cuales constriñen su dignidad profesional y desatienden los postulados de probidad, decoro, prudencia, lealtad, independencia, veracidad, juridicidad y solidaridad regulados en el Código de Ética Profesional del CANG; por lo que como agremiado, como docente universitario y principalmente como ciudadano guatemalteco les exijo que cesen las prácticas abusivas, deshonestas, imprudentes, restrictivas, mentirosas, ilegítimas, injustas e irrespetuosas. Al contrario, como elementos fundamentales de la sociedad guatemalteca, los exhorto para que en la posición en la que participemos defendamos la justicia, el estado de derecho y los derechos humanos, nos guíe la razón y el derecho, seamos respetuosos y honestos, exijamos a los jueces imparcialidad e independencia, a los fiscales objetividad y a los funcionarios legalidad.
En cuanto al cumplimiento tributario son diversas las acciones que realizan muchos obligados contribuyentes con la intención de eludir sistemáticamente sus obligaciones tributarias tales como aprovechar costos, gastos o créditos sin derecho, no emitir facturas o no entregarlas, limitar información a la autoridad tributaria o no formalizarse; evitar las sanciones por infracciones tributarias como cambiar de nombre comercial; incluso han acudido en la comisión de ilícitos contra el régimen tributario o contra el sistema aduanero, simulando operaciones, utilizando facturas no autorizadas, acciones de contrabando o utilizando estructuras empresariales inadecuadas. Lo anterior evidencia la falta de ética en las diversas escalas de contribuyentes lo que ha provocado que los ingresos fiscales sean bajos y no le haya permitido a la SAT cumplir con su meta fiscal ordinaria; es decir, la estimada para el período fiscal del 2016 determinada conforme el ingreso normal por obligaciones del mismo año, ya que dicha brecha se situó por debajo de los dos millardos de la meta comprometida, razón por la cual se tuvo que acudir a través de procesos judiciales para obtener un ingreso no ordinario. El resultado fiscal demuestra que el año anterior persistió la resistencia al pago voluntario y correcto de impuestos, resultando indispensable acudir a la ejecutoria judicial de obligaciones tributarias de periodos fiscales anteriores para obtenerlo, entonces habrá que esperar para ver si esa continuará siendo la fórmula de resultados inmediatos mientras la ética y moral tributaria llega a condiciones necesarias; por lo que concluyo ¡Se tuvo que zangolotear la piñata!