SAN DIEGO
AP

Los Chargers de San Diego anunciaron ayer que se mudarán a Los Ángeles, donde se sumarán a unos Rams que regresaron esta temporada al segundo mercado mediático más importante de Estados Unidos, y que tendrá dos equipos de la NFL por primera vez en décadas.

El director de la junta del equipo, Dean Spanos, hizo el anuncio ayer en una carta publicada en la cuenta de Twitter de los Chargers. También le comunicó la decisión a empleados del club en una reunión.

«San Diego ha sido nuestro hogar durante 56 años. Siempre será parte de nuestra identidad, y mi familia y yo tenemos una enorme gratitud y aprecio por el respaldo y la pasión que nuestros fanáticos nos otorgaron durante los años. Pero hoy pasamos la página y comenzamos un nuevo y emocionante capítulo como los Chargers de Los Ángeles», escribió Spanos en la carta.

La decisión de los Chargers se produce menos de tres meses después que los residentes de San Diego rechazaron una propuesta patrocinada por el equipo para recaudar 1.150 millones de dólares en impuestos hoteleros para financiar la construcción de un estadio y centro de convenciones por 1.800 millones.

Con la mudanza, los Chargers dejan atrás una fanaticada leal que apoyó a jugadores como Dan Fouts, Charlie Joiner y Kellen Winslow en la década de los 70 y 80, y a Junior Seau, Stan Humphries y Natrone Means en el equipo que perdió el Super Bowl de 1994. En temporadas más recientes, el equipo ha tenido a figuras como Philip Rivers, LaDainian Tomlinson y Antonio Gates.

Fanáticos de los Chargers se congregaron afuera de las oficinas del equipo, donde botaron camisetas para expresar su descontento con la medida.

Mientras Spanos salía en un vehículo para volar a Los Ángeles, el fanático Chuck Homenick se acercó a la camioneta y gritó una obscenidad.

«Es terrible. Nací y crecí en San Diego, y siempre he ido a los partidos. No puedo creer que se vayan», dijo Homenick. «Sabía que pronto tomarían una decisión, pero esperaba que se quedaran. Fue una decisión de negocios, pero no hay mucho apoyo para los fanáticos y nuestra lealtad».

Los Chargers serán inquilinos del estadio que se construye en Inglewood para los Rams. Mientras tanto, su hogar temporal será el estadio Stubhub! en Carson, sede del club de fútbol Galaxy de la MLS y con capacidad para 27 mil aficionados.

Desde hace tiempo, la relación ha sido tensa entre los Chargers y el ayuntamiento de San Diego.

El alcalde Kevin Faulconer creó un grupo especial en 2015 para buscar una solución a la situación del antiguo estadio Qualcomm, pero los Chargers estuvieron en desacuerdo con sus recomendaciones y abandonaron las negociaciones con la ciudad y el condado. Faulconer se reunió hace poco con Spanos, y ayudó a conseguir un paquete de 375 millones de dólares con dinero de la ciudad, el condado y la universidad San Diego State, que también juega sus partidos de fútbol americano en Qualcomm.

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