WASHINGTON
AP
El general retirado James Mattis, a punto de asumir como el primer militar de carrera a cargo del Pentágono desde los años 50, dijo hoy que no tendría problema en continuar la tradición del control civil de las fuerzas armadas.
En declaraciones preparadas para su audiencia de confirmación ante la Comisión de las Fuerzas Armadas del Senado, Mattis dijo comprender que su función como jefe civil del Departamento de Defensa sería distinta «en esencia y en sustancia» de sus cuatro décadas en uniforme.
«El espíritu de cuerpo de nuestras fuerzas armadas, su espíritu voluntarioso y su obediencia al mando civil reduce la disposición y el poder de los militares de criticar u oponerse a la política que en definitiva tiene órdenes de aplicar», dijo Mattis. Dijo que el control civil es un «principio fundamental de la tradición militar estadounidense».
Mattis, de 66 años, pasó a retiro en 2013 después de comandar todas las fuerzas estadounidenses en el Medio Oriente.
Se le conocen sus posiciones intransigentes sobre Irán. Mattis considera a Teherán una amenaza, y su patrón, Donald Trump, ha jurado endurecer la política hacia Irán. El gobierno entrante estudia modificaciones al acuerdo nuclear de 2015 y una reconfiguración de la posición estadounidense en la región, donde aliados de Washington han criticado al presidente Barack Obama por ceder demasiado terreno a Irán.
El último militar de carrera secretario de Defensa fue George Marshall en 1950-51.
En su alegato inicial en el Senado, Mattis expresó su apoyo a las alianzas tradicionales de Estados Unidos. En cambio, Trump insistió durante la campaña que los aliados y socios en la seguridad deben pagar más por su propia defensa y por mantener efectivos estadounidenses en sus territorios.