Washington
AP
Mientras la costa este de Estados Unidos se recupera de una aparatosa tormenta invernal preñada de nieve y hielo, la costa occidental es ahora la que se ve amenazada por la posibilidad de lluvias e inundaciones.
Por lo menos cuatro personas murieron debido a la tormenta en la costa este, que arrojó más de 30 centímetros (un pie) de nieve, causó la caída de un exgobernador de Mississippi en la entrada de su casa y obligó a cancelar las clases en North Carolina.
Sin embargo, en el oeste, los meteorólogos pronostican aguaceros torrenciales en el norte de California y Nevada para los próximos días, así como una tormenta gélida en Oregon.
En el este, los peores problemas fueron en North Carolina, donde la nieve y el hielo alcanzaron los 25 centímetros (10 pulgadas) y cundió un frío tenaz. Se vaticina que las temperaturas no superarán el nivel de congelamiento hasta quizás mañana por la tarde, un problema de consideración ya que el hielo y la nieve hacen intransitables las carreteras. Una persona murió en el condado Montgomery cuando un carro patinó y chocó contra un árbol, informó el gobernador Roy Cooper.
Las otras tres muertes vinculadas con la tormenta ocurrieron en Virginia, Georgia y Kentucky y las autoridades dijeron que todas se debieron a accidentes viales en carreteras cubiertas de hielo. Hubo otros accidentes de tránsito pero no se ha confirmado que fueron producto del mal tiempo.
Esta mañana las temperaturas en North Carolina oscilaban entre los 17 grados centígrados bajo cero (cero grados Fahrenheit) en Reidsville y Roxboro, y 2 grados centígrados bajo cero (29 grados Fahrenheit) en Cape Hatteras.