Moscú
DPA
El Ejército ruso anunció hoy una reducción de sus tropas en Siria, después de que el régimen de Bashar Assad reconquistase Alepo a finales de diciembre.
«Siguiendo una decisión del comandante en jefe Vladimir Putin, el Ministerio de Defensa empieza a reducir sus tropas desplegadas en Siria», dijo el general Valeri Gerasimov, citado por la agencia Interfax. Por el momento no está claro qué alcance tendrá el repliegue.
En primer lugar se retirarán de la región el portaviones «Almirante Kuznetsov» y varios barcos que le acompañan, informó Gerasimov. Las naves se dirigirán en los próximos diez días al puerto de Severomorsk, en el norte de Rusia.
Según el capitán general Andrei Kartapolov, las tareas de la Marina se cumplieron y los barcos de guerra apoyaron los ataques aéreos ruso en Siria.
Se espera que Rusia mantenga dos bases militares en Siria, la naval de Tartus y la aérea de Latakia.
La decisión de Moscú no llega por sorpresa. El ministro de Defensa, Serguei Shoigu, recomendó a Putin a finales de diciembre la retirada de algunas tropas, teniendo en cuenta el alto el fuego acordado en el país.
Moscú lanzó en septiembre de 2015 una campaña aérea en apoyo de Assad. En marzo del año pasado anunció la retirada del grueso de sus fuerzas de Siria, pero poco después intensificó su apoyo al régimen. Moscú envió en noviembre su único portaaviones como refuerzo al mar Mediterráneo.
Rusia es, junto con Irán, el principal aliado de Assad. Moscú apoyó al Ejército sirio y sus aliados en la reconquista de Alepo a finales de 2015 tras fuertes y largos combates. La toma de control de esa ciudad, situada en el norte del país, fue la mayor victoria para Al Assad desde el inicio del conflicto, en marzo de 2011.
Desde hace una semana en todo el país está vigente un alto el fuego mediado por Rusia y Turquía, aunque los activistas denuncian continuos ataques en algunas partes del país.
En los últimos días el Ejército sirio atacó, entre otros, el enclave rebelde de Wadi Barada, desde donde se abastece de agua a millones de personas en la capital, Damasco. El suministro de agua se interrumpió hace dos semanas, algo de lo que Gobierno y rebeldes se culpan mutuamente.
La oposición acusa a las milicias iraníes de haber impedido que una delegación rusa llegase a Wadi Barada para investigar las causas del corte de suministro.
Rusia y Turquía —un fuerte partidario de la oposición moderada de Siria— negociaron el actual alto del fuego, que entró en vigor el 30 de diciembre. La tregua se ha mantenido en su mayoría, pero no detuvo por completo los combates en el país. El gobierno y la oposición se han culpado mutuamente de las violaciones de la tregua.
El cese de hostilidades pretende allanar el camino para las negociaciones de paz en Astana, la capital de Kazajistán, a finales de este mes. La reunión podría dar un nuevo impulso a las conversaciones mediadas por la ONU entre las partes beligerantes de Siria.