Ginebra/Varsovia
DPA

Al menos 5 mil 79 personas murieron en 2016 en su intento de alcanzar Europa utilizando la ruta del Mediterráneo, que sin embargo registró una caída del flujo migratorio, informó hoy la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Ginebra.

Sin embargo, la cifra de muertes, un 34 por ciento más que en 2015, podría seguir aumentando, ya que las informaciones sobre otros más de 300 casos están siendo investigados y no se incluyeron en la estadística.

«Debemos hacer algo para que la migración sea legal y segura para todos», dijo el director general del organismo, Willam Lacy Swing. Con las muertes en el Mediterráneo, la cifra global de migrantes muertos en todo el mundo se sitúa en 7 mil 495. La OIM registró otros mil 100 muertos en el Norte de África, 200 en el Cuerno de África y 400 en la ruta desde México a Estados Unidos.

En total, en 2016 llegaron a Europa por el Mediterráneo considerablemente menos migrantes y refugiados que en 2015. Según la agencia de fronteras europea Frontext, unas 364 mil personas llegaron por las dos rutas marítimas centrales lo que supone casi dos terceras partes menos que el año anterior, cuando fueron más de un millón.

Pero mientras la cifra de refugiados que llegaron a territorio griego cayó considerablemente, en la ruta central que lleva a Italia la cifra aumentó en un 20 por ciento hasta las 181 mil personas, todo un récord de llegadas, según Frontex. La mayoría procedían de países como Nigeria, Eritrea, Guinea, Costa de Marfil y Gambia.

El creciente flujo refleja, según la autoridad europea, una presión migratoria cada vez mayor desde África. Sobre todo la cifra de refugiados del oeste de ese continente a la frontera de Italia se ha multiplicado por diez desde 2010.

En total, en las fronteras exteriores de la UE se registraron en 2016 más de medio millón de entradas ilegales.

La disminución de llegadas a Grecia se debió principalmente al cierre de la ruta de los Balcanes y al acuerdo migratorio entre la UE y Turquía, que contempla la devolución a ese país de los llegados ilegalmente a Grecia y un endurecimiento de los controles fronterizos.

Desde el acuerdo alcanzado en marzo de 2016 llegaron menos migrantes a las islas griegas. Según datos provisionales, fueron 182 mil 500, casi un 80 por ciento menos que en 2015, procedentes sobre todo de Siria, Afganistán e Irak.

La llegada del invierno (boreal) afectó gravemente a miles de refugiados y migrantes en las islas griegas. Muchos se protegen de la nieve y temperaturas gélidas en tiendas de campaña sin calefacción, informó el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en Ginebra.

Según el centro de crisis griego, en las islas del Egeo oriental viven casi la mitad de los 15 mil 560 migrantes y refugiados viven en tiendas de campaña.

La situación es especialmente precaria en Samos, Quíos y Lesbos, según el portavoz de ACNUR Adrian Edwards. La organización ha repartido mantas y sacos de dormir y está trabajando para instalar sistemas de aire caliente en todas las tiendas.

En la zona continental la gente está mejor alojada, pero el traslado de la gente está siendo demasiado largo.

ACNUR apeló a los países europeos socios de Grecia a cumplir más rápidamente sus promesas de acogida de refugiados y migrantes. A finales de 2015 los socios de la UE acordaron que acogerían a 66 mil 400 solicitantes de asilo de Grecia en un plazo de dos años pero hasta comienzos de este 2017 sólo han sido trasladados o se encuentran de camino 7 mil 760.

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