KABUL,
Agencia AP
Cameron es el primer líder mundial en reunirse con el presidente Ashraf Ghani Ahmadzai, el segundo mandatario electo en Afganistán.
Los dos políticos mantuvieron una reunión en la capital afgana, Kabul, y ofrecieron una rueda de prensa conjunta.
«Reino Unido ha pagado un precio muy alto por ayudar a devolver la estabilidad a este país», dijo Cameron recordando a los 453 soldados británicos fallecidos en servicio en la nación asiática. «Un Afganistán libre de al-Qaida está en nuestro interés nacional — así como en el Afganistán… Y ahora, 13 largos años después, Afganistán puede — y debe — proporcionar su propia seguridad».
Pero «no estamos dejando solo al país», añadió. «En Reino Unido siempre tendrán un socio fuerte y un amigo».
Cameron, que llegó un día después de visitar en Chipre a los pilotos británicos que participan en los ataques aéreos contra objetivos del grupo insurgente Estado islámico en Irak, visitará también a las tropas británicas en Afganistán más tarde el viernes.
«El trabajo de derrotar al terrorismo extremista islamista sigue en otras partes del mundo», dijo Cameron en Kabul. «Y porque esto nos amenaza en casa, debemos seguir poniendo de nuestra parte».
Ghani Ahmadzai agradeció a los británicos sus sacrificios en Afganistán, especialmente a las familias que perdieron a sus seres queridos en la guerra. «Estuvieron hombro con hombre con nosotros y siempre los recordaremos», dijo.
Ghani Ahmadzai asumió el cargo el lunes, embarcándose en una nueva era para su país con un gobierno de unidad nacional listo para enfrentarse al remanente de la insurgencia talibán.
Un día después, su gobierno firmó un acuerdo de seguridad permitiendo a Estados Unidos mantener unos 9.800 soldados en el país para entrenar y aconsejar a las fuerzas de seguridad nacional afganas. Además se cerró un acuerdo separado con la OTAN, fijando las condiciones para entre 4.000 y 5.000 soldados adicionales — la mayoría de Gran Bretaña, Alemania, Italia y Turquía — que seguirán en el país una vez finalice la misión de combate de la organización el 31 de diciembre.
El ex presidente Hamid Karzai había rechazado firmar el acuerdo, que tenía como objetivo ayudar a las fuerzas de seguridad locales a combatir a la insurgencia.
Cameron añadió una advertencia a los insurgentes: «Si los talibanes quieren asegurarse un papel en el futuro de Afganistán tienen que aceptar que deben abandonar la violencia y comprometerse en el proceso político».
Más de una década después de que fuerzas estadounidenses ayudasen a derrocar a los talibanes tras los ataques del 11 de septiembre, el país sigue en guerra con el grupo insurgente islámico, que ejecuta atentados habitualmente, principalmente contra fuerzas de seguridad.
Gran Bretaña es uno de los mayores donantes financieros del gobierno afgano y Cameron dijo que junto a Ghani Ahmadzai celebrará una conferencia sobre la ayuda futura a la nación en noviembre en Londres.
Además, el mandatario británico prometió 178 millones de libras (287 millones de dólares) al año hasta 2017 para apoyar la educación, sanidad y otros servicios públicos en Afganistán.