Buenos Aires
DPA
La investigación a la empresa constructora brasileña Odebrecht por el presunto pago de sobornos en numerosos países «preocupa» al gobierno del presidente argentino, Mauricio Macri, y a funcionarios de sus antecesores, Néstor Kirchner y Cristina Fernández, publicó hoy la prensa.
«El escándalo de corrupción que despertó el caso Odebrecht le sumó una nueva página a la preocupación del kirchnerismo por sus compromisos judiciales. Pero también le agregó al menos una cuota de molestia a la administración de Mauricio Macri, debido a algunas cercanías incómodas entre la compañía brasileña y la familia del Presidente», indicó el diario «La Nación».
Según el matutino, Ángel Calcaterra, primo del presidente Macri, es propietario de una de las principales empresas argentinas de la construcción que «se asoció en algunas ocasiones» con Odebrecht.
Dos de ellas, agregó «La Nación», son la construcción de un gasoducto en la provincia argentina de Córdoba, ubicada en el centro del país, y de un túnel de 32 kilómetros por el que funcionará el tren de cercanías de la línea Sarmiento, un proyecto presentado originalmente en 2007 durante la gestión presidencial de Néstor Kirchner (2003-2007).
Según la investigación, citada por el diario argentino, «Odebrecht pagó coimas por 35 millones de dólares entre ese año y 2014» para hacerse de la obra ferroviaria.
«La Nación» aseguró que en septiembre pasado el jefe de Gabinete argentino, Marcos Peña, recibió a «varios empresarios brasileños para analizar oportunidades de inversión en la Argentina», entre ellos «Alexandre Mendonça, CEO de Odebrecht para América latina».
La investigación sobre la constructora brasileña, indicó el matutino, observó que «el kirchnerismo fue generoso» en el otorgamiento, vía licitaciones, de diferentes proyectos, entre ellos una planta potabilizadora de agua para la estatal AySA y una obra de reformado catalítico destinada a aumentar la producción de combustibles de la petrolera YPF.
Por ese motivo, la Oficina Anticorrupción de Argentina solicitó este jueves a fiscales e investigadores de Brasil información y pruebas sobre el reconocimiento por parte de la constructora brasileña Odebrecht «sobre el presunto pago de sobornos por 35 millones de dólares a funcionarios argentinos entre 2007 y 2015».
La revelación de que Odebrecht pagó millonarios sobornos durante 15 años en diez países de Latinoamérica amenaza con sacudir gobiernos como el de Venezuela, Ecuador, Colombia o Panamá, algunos de ellos todavía en funciones.
Varios países anunciaron este jueves que abrirán indagaciones y pedirán información a Estados Unidos y Brasil luego que el gigante brasileño de la construcción se declaró culpable en una corte de Nueva York de violar leyes contra los sobornos en el extranjero, tras una intensa investigación de corrupción en Brasil.