Berlín
DPA

El alemán Franz Beckenbauer, gran mito del fútbol alemán, rompió hoy su largo silencio para volver a negar las acusaciones de haber pagado sobornos para llevar a Alemania la sede del Mundial de 2006.

«La concesión de la Copa del Mundo a Alemania no fue comprada según lo que yo sé. No quisimos sobornar a nadie y no sobornamos a nadie», escribió el exfutbolista y exentrenador en el diario «Bild».

Beckenbauer, de 71 años, fue jefe de la candidatura alemana y luego del comité organizador del Mundial, por lo que es figura central en las investigaciones que se están realizando sobre pagos sospechosos en torno al evento.

Al tiempo que anunciaba que sería su última columna para «Bild», Beckenbauer dijo que no podía comentar en detalles el asunto antes de que las autoridades alemanas y suizas -«con las que por supuesto estoy colaborando», advirtió- hubieran terminado su investigación.

La Fiscalía suiza anunció a principios de septiembre que había abierto un procedimiento criminal en noviembre del año anterior contra Beckenbauer y los ex dirigentes de la Federación Alemana de Fútbol (DFB) Wolfgang Niersbach, Theo Zwanziger y Horst R Schmidt.

Las sospechas son de fraude, administración desleal, lavado de dinero y apropiación indebida.

Las pesquisas se han centrado en un pago realizado a la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) de 6.7 millones de euros (unos siete millones de dólares) por una gala previa al Mundial que nunca se realizó.

En noviembre de 2015, la Fiscalía alemana abrió separadamente una investigación a importantes dirigentes de la DFB por «sospecha de evasión fiscal en un caso particularmente grave» en relación con dicho pago.

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