ROMA
AP
El nuevo Primer Ministro italiano, Paolo Gentiloni, pidió hoy respaldo a su gobierno de parte del Parlamento en momentos en que se apresta a seguir las negociaciones financieras internacionales del país, la crisis bancaria y las reformas electorales tras la humillante renuncia de su antecesor, Matteo Renzi.
Gentiloni recalcó las prioridades de su gobierno en la Cámara de Diputados antes de una votación de confianza en las próximas horas. Mencionó como temas principales la necesidad de fomentar el crecimiento económico en el sur subdesarrollado de la península y la reconstrucción de las ciudades devastadas por un terremoto.
La Cámara Baja, sin embargo, lució casi vacía: los legisladores opositores de la Liga del Norte y el movimiento Cinco Estrellas se retiraron en señal de protesta por el nuevo Gabinete de Gentiloni, diciendo que fue «fotocopiado».
Los políticos opositores alegan que sus nominados para el Gabinete, los mismos de los de Renzi, ignoran los resultados del referéndum del 4 de diciembre, en el que los italianos rechazaron abrumadoramente las reformas de Renzi.
La oposición está particularmente molesta por el hecho de que el ministro de Reformas de Renzi, que había prometido marcharse si el referéndum fracasaba, fue nombrado subsecretario en la oficina de Gentiloni.
Gentiloni defendió el trabajo de Renzi e insistió en que su Partido Democrático, que aún conserva la mayoría, duraría mientras tuviera la confianza del Parlamento. Sin embargo, reconoció las dificultades que hay por delante, con una oposición que se ha envalentonado por la derrota sufrida por Renzi.
Gentiloni dijo que sus conversaciones con los legisladores muestran la «imposibilidad de una convergencia general», pero dijo que esperaba que en temas individuales, las fuerzas de oposición pudieran encontrar terreno común con la mayoría.
En referencia a la crisis bancaria de Italia, Gentiloni dijo que el gobierno estaba dispuesto a intervenir para apuntalar los bancos y «garantizar» los ahorros de los italianos. Dijo que el gobierno ayudaría a los legisladores a redactar una nueva ley electoral que armonice las reglas entre ambas cámaras del Parlamento.
El presidente de Italia, Sergio Mattarella, designó a Gentiloni en el cargo el domingo, una semana después de que el rechazo a una reforma constitucional en un referéndum causara la dimisión de Renzi. El nuevo líder fue elegido con el visto bueno del ahora ex Primer Ministro.
Maria Elena Boschi, quien fue ministra para las reformas e impulsó fallidos cambios constitucionales en el Parlamento, fue nombrada subsecretaria del Gabinete, un puesto clave. La mano derecha de Renzi, Luca Lotti, fue nombrado ministro de Deportes.
El Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y la Liga del Norte, principales partidos opositores, boicotearon consultas de Gentiloni con grupos parlamentarios, y anunciaron protestas para los próximos días en reclamo de nuevas elecciones.