Raymond J. Wennier

Si espulgáramos más literatura educativa actual, estoy seguro que podemos encontrar más para incluir en la lista (La Hora, 4-4-13).

Precisamente es lo que pretendo hacer en este artículo, hablar sobre otras metodologías y estrategias educativas a tomar en cuenta a la hora de planificar.

Hay múltiples situaciones que se presentan en el aula que merecen un trato pedagógico especial/diferente para mantener la participación activa de los alumnos, con la atención fijada en las tareas que tienen que hacer. Estas tareas deben ser interesantes, relevantes, pertinentes, significativas y pertenecientes a los alumnos. Esas “tareas” son muy diferentes hoy, a las que se han usado por decenas de años. Veamos:

El F.I.T. (Framework for Intentional and Targeted Teaching. Fischer/Frey):

1. Cultura en el aula y en la escuela: Las acciones, tradiciones, símbolos, creencias, historias y ritos, que reflejan la misión de la escuela.
2. Establecer propósitos: Planificar intencionalmente y diseñar la instrucción que provee a los alumnos de propósitos claros y entendibles.
3. Delegar la responsabilidad: Los mismos alumnos asumen responsabilidad escalonada, de su instrucción; enfocada, guiada, colaboradora e independiente.
4. Evaluación formativa y sumadora: Una retroalimentación descriptiva y accionable.

Se espera que los maestros cambien su metodología de transmitir a transferir conocimientos. El primer criterio se queda en palabras pasivas, en cambio, el segundo representa la acción de aplicar conocimientos, previos y nuevos, a situaciones nuevas de la “vida real”, no conocidas ni esperadas.

“Maker movemente” es una campaña educativa que dice que es hora que el currículo se acomode también a los alumnos que prefieren demostrar sus habilidades manuales (trabajar haciendo o componiendo cosas) para resolver problemas que son importantes para ellos y que demuestran creatividad en sus resoluciones.

El Aprendizaje Facilitador es un cambio físico en el aula. No hay filas de escritorios, el método aplicado es colaborativo, permitido mediante la colocación de mesas redondas (utilizado desde 1980), que propician discusiones y debates. Es un aprendizaje colaborador y exploratorio.

La Ciencia de Aprendizaje basado en Pasión, como su título lo dice, enfatiza las instrucciones y las emociones.

No podemos dejar fuera el aprendizaje apoyado en la tecnología pero ¡hay que tener cuidado! Es muy fácil trasladar su uso en el aula, de hojas de trabajo con papel y lápiz, a la pantalla, lo que resulta ser lo mismo; poca efectividad en el aprendizaje. Resulta únicamente otra actividad repetitiva, aislada de un contexto.

En los primeros grados, párvulos, se basa la instrucción en juegos que promueven el movimiento de los alumnos pequeños con propósitos educativos. Abogo porque el movimiento se integre en el currículo de todos los grados, especialmente en el de los adolescentes.

No hay que incluir en la planificación semanal de las lecciones, todas a la vez pero sí hay que tenerlas en su “bodega” de estrategias para aprovecharlas en el momento apropiado.

El conocimiento arraigado, evita sentirse abrumados.

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