Luis Enrique Pérez
En 1453 los turcos otomanos derrocaron el imperio bizantino e impusieron cuantiosos tributos sobre la mercadería que pasaba por el Asia Menor. El costo del comercio entre Occidente y Oriente se incrementó. Convenía buscar una nueva ruta comercial, más económica. Si la Tierra era esférica, la nueva ruta no necesariamente tenía que ser buscada en dirección hacia el Oriente. También podía ser buscada en dirección hacia el Occidente.
Precisamente fue un acierto de Colón creer que la Tierra era redonda, y creer también, por consiguiente, que era posible buscar, en dirección hacia Occidente, una nueva ruta hacia el Oriente, y llegar, por ejemplo, a China, India y Japón. Para encontrar esta nueva ruta había que navegar en un océano misterioso, llamado “el mar verde de las tinieblas”. Era el océano Atlántico. Se presumía que en los temibles confines de ese mar había agua hirviente, o fantásticos monstruos marinos, o abismos espantosos.
Aunque Colón acertadamente creyó que la Tierra era redonda, cometió un error extraordinario: creer que la circunferencia de la Tierra medía, no casi 40,000 kilómetros, como había calculado el antiguo astrónomo Eratóstenes con asombrosa aproximación, sino 29,000 kilómetros, como había calculado posteriormente el también antiguo astrónomo Posidonio. Por consiguiente, Colón creyó que la longitud de la ruta que se proponía recorrer para llegar a Oriente era notablemente menor de lo que realmente era. Es decir, creyó que debía recorrer, no un arco de una circunferencia que medía casi 40,000 kilómetros, sino un arco de una circunferencia que medía 29,000 kilómetros. Otros errores de Cristóbal Colón fueron creer que, como afirmaba el científico y teólogo Pedro d’Ally, en el mundo había más tierra que agua, y que el mar en dirección al Occidente era más pequeño; y creer que, como afirmaba el cartógrafo Paolo dal Pozzo Toscanelli, la distancia entre Europa y Asia, en dirección hacia el Occidente, era menor (que en dirección hacia el Oriente).
Por supuesto, Colón jamás imaginó que, en dirección hacia el Occidente, se interponía un nuevo continente entre Europa y Asia; y creyó que las tierras a las cuales había arribado el 12 de Octubre de 1492, eran tierras de Asia. Y no descubrió América porque no fue el primero que arribó a tierras del nuevo continente. En sentido estricto solo puede afirmarse que el 12 de octubre de 1492 Colón arribó a tierras del continente que posteriormente se llamaría “América”.
Post scriptum. Parece verosímil la hipótesis de que Cristóbal Colón no hubiera emprendido la aventura que lo condujo a arribar a tierras de América, si no hubiera tenido creencias erróneas sobre la circunferencia de la Tierra, la proporción planetaria de agua y tierra, la magnitud de los mares y la distancia entre Europa y Asia en dirección hacia Occidente.