POR KIMBERLY LÓPEZ
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El Ejecutivo descarta la posibilidad de decretar un estado de Prevención en respuesta al paro de labores de transportistas, declaró el portavoz presidencial Heinz Hiemann. Esta decisión responde al hecho de que una medida de este tipo sería coercitiva y según Hiemann, lo que las autoridades buscan es priorizar el diálogo.

El Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (CACIF) se pronunció públicamente por los paros en el sector de transportes que ha generado pérdidas económicas en aduanas. La propuesta de los empresarios hacia el Ejecutivo fue que se evaluara la pertinencia de un estado de Prevención. Sin embargo, la repuesta del Ejecutivo hacia esta petición fue negativa.

“Esta opción se descarta porque este tema se está manejando por medio del diálogo y la conciliación entre las partes, buscando lo mejor para cada una de ellas  y no coercitivamente”, explicó el portavoz.

La idea del Ejecutivo, de acuerdo con Hiemann, es priorizar el diálogo y no acudir a medidas que puedan vulnerar derechos o que restrinjan garantías constitucionales.

“Un estado de Prevención es un estado de coerción, un estado especial en donde se restringen garantías de los ciudadanos, ese es un estado de Calamidad, Prevención o de Sitio, cualquier estado de coerción en ley”, indicó.

A eso, agregó que para las autoridades del Ejecutivo restringir el derecho de manifestación no es una opción viable. De esa cuenta, se ha priorizado el diálogo con los sectores involucrados en la situación.

Actualmente está vigente una mesa de diálogo que dirige el Ministerio de Comunicaciones, en la cual participan autoridades del Ejecutivo y también el sector de transportistas. La invitación está abierta para que la Municipalidad de Guatemala se involucre, aseguró el portavoz. Sin embargo, el presidente Jimmy Morales aún no se reúne directamente con el alcalde capitalino Álvaro Arzú para abordar esta problemática.

ANTECEDENTES

Las medidas de paro de parte de transportistas se dan en rechazo a la ampliación de los horarios de restricción de circulación al transporte pesado.

Según la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), el paro de movimiento en las aduanas debido al paro de transportistas se traduce en unos Q40 millones diarios en pérdidas.

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