POR MARIELA CASTAÑÓN
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Los pasajeros dijeron que por octava vez en el año se quedaron sin buses, como consecuencia de los crímenes y extorsiones ocurridos contra el gremio de transportistas.
Según Álvaro Solórzano, uno de los residentes de la zona 7, la violencia impacta su economía, pues cuando dejan de circular los buses debe llegar a su trabajo en un picop o un taxi que le cobra entre Q5 y Q10.
“No es la primera vez que nos quedamos sin el servicio –de transporte– este año han sido aproximadamente ocho veces que se repite esto. En la tarde es peor, hay que esperar bastante y después venirnos más incómodos”, explicó.
PARO INDEFINIDO
Trabajadores del servicio de transporte fueron consultados por la reanudación del servicio de transporte en las diferentes rutas que prestan el servicio en la zona 7, pero dijeron que no podían precisar cuándo volverían a laborar, pues temen por su vida.