Hay muchos que parecen no comprender que el tema de la Presidencia del Congreso es tan complicado porque son demasiados los fuertes intereses que quieren proteger mediante el manejo del poder político y la administración de la agenda legislativa.

Simplemente recordemos que año con año son esos diputados los que se han beneficiado permanentemente con el Listado Geográfico de Obras que reparte miles de millones de quetzales para que los “representantes” se enriquezcan con la mentira de las obras en sus comunidades.

Pero también tienen entre manos el manoseo de la Reforma al Sector Justicia que debiera considerarse como la primera parte de una reforma verdadera en el tema político. Porque igual que como se empezó a andar con el fortalecimiento del Estado de Derecho en los casos de corrupción y cooptación, todo el sector político debería ser la siguiente etapa de transformación.

Por supuesto que ahora entendemos que Jimmy Morales cuando quiso presentar su “Segunda Generación” de reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos no incluyera la pieza clave del control al financiamiento porque sería dispararse en el pie cuando él mismo sabe con qué plata se movió toda su campaña.

Y es obvio que los diputados que compraron sus espacios en los listados y que son muchas veces los contactos y hasta recaudadores tanto de cooptadores como de miembros de las organizaciones criminales que aportan a campañas, deben ser los principales defensores de un sistema que solo funciona para ellos y sus jefes.

Oliverio García Rodas y Mario Taracena representan, aunque no parezca, lo mismo. Y es por eso que cuando se quiere decidir entre uno de los dos es como escoger el veneno con el que uno se quiere matar porque simplemente y como lo dijo el mismo actual presidente del Congreso, se deben hacer las cosas superficiales para que no “chinguen” con las de verdad.

¿Estará el lector interesado en que sea este Congreso el que decida en un negocio como TCQ en el que ya circularon millones de dólares de mordidas? ¿Tendrá Jimmy Morales, Jafeth Cabrera, Mario Taracena u Oliverio García Rodas la solvencia para seguir representando a los ciudadanos? Si sale un caso contra alguno de los dos o los dos miembros del binomio presidencial, ¿qué tendrá entre manos el “honorable” Congreso?

Lo que pretenden los dueños de la finca, los representantes de la vieja política y el estatus quo no es más que recuperar el control absoluto de los beneficios del Estado por medio de aplastar los avances en el sector justicia. El miedo los ha obligado a moverse con fuerza.

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