Por Grecia Ortíz
gortiz@lahora.com.gt
El director de la Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca del Lago de Amatitlán –AMSA– Óscar Juárez, expresó en una entrevista para La Hora Departamental, que existe una falta de interés de la población y las autoridades en la problemática de contaminación del lago de Amatitlán, mientras que escándalos de corrupción como el del “Agua Mágica”, le han restado credibilidad a la institución.
¿Qué tipo de contaminantes predominan en el lago de Amatitlán?
Se debe entender la problemática que se constituye por tres puntos: primero, la contaminación del agua; segundo, el asolvamiento del lago, que está perdiendo profundidad, se está rellenando básicamente de arena. Perdemos alrededor de 10 mil metros cuadrados anuales de superficie de agua y a esto se suma el ingreso de basura por toneladas, principalmente de mayo a noviembre. Entre los contaminantes más fuertes podría mencionar que hasta hay arsénico, muchos metales pesados derivados de la actividad industrial en la cuenca del lago de Amatitlán.
Encontramos todo tipo de contaminantes en las aguas, de la tabla periódica muchos elementos van allí desechados por parte de la actividad propia de las personas. Lo que más nos está dañando y poniendo verde el agua es la presencia de nitratos y fosfatos que es resultado de la degradación de la materia orgánica.
¿Cuántas industrias funcionan alrededor del lago?
Según estudios nuestros, hay más de 900 industrias en la cuenca y estas industrias tienen diversas actividades. Muchas de ellas no tienen plantas de tratamiento y las que tienen plantas, algunas funcionan, algunas no. Y de las que lo hacen no sabemos con qué porcentaje de eficiencia lo están haciendo.
¿Desde qué año se ha agravado la situación del lago?
Yo le podría decir que es desde que la ciudad se empieza a poblar, porque desafortunadamente no existe una Ley de Ordenamiento Territorial, no existen reglamentos fuertes desde las municipalidades que minimicen estos impactos, no existe la Ley de Aguas aprobada en el Congreso.
La Ley de Ordenamiento territorial nos va permitir ordenar el desarrollo urbano, entonces, vamos a decir con qué calidad de vida. En los asentamientos, a veces están ubicados a menos de 100 metros de las corrientes de agua, y eso lo regula el Acuerdo Gubernativo 179-2001, que dice que construir en esas áreas representa un alto riesgo.
¿Existe un estimado de cuántas colonias desechan sus aguas al lago?
Todas las colonias. Si aplicamos el principio de cuenca, todo lo que llueve en la parte de arriba drena hacia un punto más bajo y eso conforma la cuenca, y en este caso son 14 municipios, todas las industrias, desarrollos, que están dentro de ese sector drenan el agua ya sea interna o superficial.
¿Cómo califica la respuesta a la problemática de contaminación?
Le puedo decir que muy poca gente está preocupada, si hablamos de porcentaje, yo le diría que menos del 1 por ciento de la población o menos está consciente de lo que al lago le está pasando. En realidad, no es agenda del Gobierno la recuperación del lago de Amatitlán. Lo podemos ver en el mismo presupuesto: han manejado hasta Q75 millones para recuperar el lago, pero hoy tenemos Q25 millones derivado del mal manejo de los fondos en los años anteriores, con el problema del “Agua Mágica”.
Tenemos Q13 millones de funcionamiento y está quedando muy poco dinero para inversión en obras de recuperación, la cuenca del lago de Amatitlán tiene aproximadamente Q200 millones en infraestructura de saneamiento ambiental.
Las plantas de tratamiento están abandonadas y necesitamos recursos para recuperarlas, y no nos los dan. Hoy estamos pidiendo ayuda a la iniciativa privada y esperamos recuperar 6 de las 10 plantas que tenemos.
¿Cuánto personal está designado a la limpieza del lago?
Tenemos a 25 personas que no solo atienden la desembocadura, cubrimos toda la rivera de la playa e incluso suscribimos un convenio con una asociación de vecinos, nosotros vamos a dar una lancha y ellos van a poner el combustible y personal para hacer labores de limpieza.
“Encontramos todo tipo de contaminantes en las aguas, de la tabla periódica muchos elementos van allí desechados por parte de la actividad propia de las personas, lo que más nos está dañando y poniendo verde el agua, es la presencia de nitratos y fosfatos que es resultado de la degradación de la materia orgánica”.
“Según estudios nuestros hay más de 900 industrias en la cuenca y estas industrias tienen diversas actividades, muchas de ellas no tienen plantas de tratamiento, las que tienen plantas algunas funcionan otras no, y de las que lo hacen no sabemos con qué porcentaje de eficiencia lo están haciendo”.
ÓSCAR JUÁREZ –AMSA-