Gladys Monterroso
licgla@yahoo.es

«La tolerancia es la auténtica prueba de civilización» Arthur Helps

El jueves pasado pudimos leer la noticia sobre la aclaración ante la ONU, refiriéndose al estatus, que se le debe conceder a los guatemaltecos que viajan al país del norte, argumentando la viceministra de Relaciones Exteriores, quien arguye que «Los migrantes guatemaltecos buscan una mejor vida en Estados Unidos…..No son perseguidos porque su vida no corre peligro (sic) quieren una mejor vida».

Pregunto: ¿Todos los guatemaltecos que buscan refugio en Estados Unidos quieren solamente una mejor vida, o primordialmente quieren proteger su vida y la de su familia? En un país en donde el índice de violencia reporte entre 17 a 20 muertos diarios incluyendo a hombres y mujeres, en donde el enemigo no se encuentra identificado y la víctima tampoco, ¿Por qué no se puede apelar a la comunidad internacional (Estados Unidos) para que se amplíe el estatuto sobre el término refugiado, y en países como el nuestro una persona fehacientemente en peligro pueda ser considerada refugiada?

Lo anteriormente expuesto tiene como fundamento que en Guatemala, muchas familias han tenido que salir del país, por amenazas reales que atentan contra su derecho fundamental a la vida, por ser víctimas de mareros, extorsionadores y de otra variedad de asesinos, las noticias del día lo demuestran, por no tener a donde cambiar y salvar su vida, han sido asesinados, como un ejemplo en PL del domingo, dentro de los múltiples muertos diarios un joven fue asesinado por ya no querer pertenecer a una mara.

Adicional a los problemas que afrontamos los guatemaltecos, detallados anteriormente, podemos desafortunadamente agregar al narcotráfico, que en pocos años se ha adueñado del país, de sus tierras, fenómeno por el que familias completas han tenido que abandonar sus bienes, sus tierras y buscar nuevos horizontes, dentro y fuera del país, más fuera porque todos sabemos que los tentáculos del crimen organizado son muy largos y poderosos.

Si durante el conflicto armado interno que duró 36 años se reportaron 200 mil muertos, realizando un frío cálculo, murieron aproximadamente 15 personas diarias, lo que significa que en «Tiempos de paz» aportamos más muertos que durante todo el tiempo que duró la guerra interna.

Existe otra agravante del actual momento que vivimos y estriba en que los gobiernos (Ninguno) ha identificado al enemigo, muertos van, muertos vienen y en el MP los expedientes se detienen, porque no existe ninguna investigación para identificar a los asesinos y han sido tan benevolentes, que hoy ya contamos con mujeres y niños sicarias y sicarios, ya que dentro de las prioridades del ente «investigador» no se encuentra la vida del ser humano, están muy preocupados en otros menesteres, como la corrupción y los defraudadores tributarios, que no está mal, pero así como se han mostrado tan diligentes para estos temas, las familias del país que han perdido a uno o más seres queridos, exigimos sean aclarados los crímenes y llevados los asesinos a tribunales, se llevarían la gran sorpresa, que todos se encuentran interconectados, pero acá la vida del ser humano no tiene relevancia.

Por la situación que vive el país y la falta de políticas públicas para abordar temas importantes como la educación, salud, vivienda, desnutrición, seguridad y otros males más con los que nos han obligado a convivir, aunado a que en el futuro inmediato y mediato, no se avizora un cambio sustancial en el país, desde esta tribuna, aunque pocos me lean, alzo mi voz para que seamos más responsables y luchemos porque se cambie el estatus de los refugiados, y se considere a los guatemaltecos, que se ven obligados a refugiarse fuera de las fronteras, debido a la falta de garantías para proteger la vida, de los que vivimos en el país, porque hoy estamos, mañana no se sabe y aunque la muerte es lo único seguro, la protección a la vida debe ser prioridad.

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