Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.com.gt
Desde que fue electo hasta el día en que dijo que analizaba vetar las reformas a la Ley Lectoral y de Partidos Políticos, el presidente Jimmy Morales siempre se había mostrado totalmente ajeno a todo lo que tuviera que ver con cambios en el sistema.
El anuncio hecho por Morales el 11 de mayo en que convocaría a un diálogo para ver si sancionaba o no las reformas electorales, porque la «histórica» reforma no respondía al clamor ciudadano, abrió una momentánea luz de esperanza de que el Presidente empezaba a entender su mandato.
El lunes 23 de mayo convocó a una reunión para recibir opiniones de diferentes sectores y yo le pedí a su equipo de comunicación que una vez acabada la misma me concedieran 5 minutos para hablar con el Presidente; terminó la cita y me subieron a su despacho en donde me atendió en la mesa de sesiones.
Mi mensaje era sencillo: Presidente, por favor entienda cuál es su mandato, dese cuenta que usted está llamado a liderar la reforma del Estado y que así como ahora hace con la ley electoral, usted puede hacer mucho si cree en su posibilidad de incidir y de pedirnos a los guatemaltecos que nos sumemos a una plataforma liderada por usted para lograr los cambios al sistema. Si lo hace, cuente con nuestro apoyo porque lo que buscamos es de que el país cambie y que todos puedan tener más oportunidades.
Su respuesta fue: Ayúdenme, tengo una carretera que pasa por varios departamentos… Me quedé estupefacto pero todavía le dije, esto está bien Presidente, pero con eso no se resuelven los problemas de fondo del sistema y entonces comentó otros proyectos, incluido TCQ y me dijo que confiara en que no se iba a violentar la ley en ese proyecto. Pensé que a Morales le faltaba materia para liderar al Estado, pero nunca tanta y lo que le sobra a la familia es una habilidad por los «negocios».
Y lo traigo a colación porque ayer que perdió los papeles, entiendo que debe ser frustrante no saber qué se necesita para cambiar y aunque supongamos que por un milagro del Señor lo supiera, igual está cooptado, pero cree que al tener de aliado a Iván Velásquez está salvado.
Desde ese entonces perdí la fe y más cuando hemos venido viendo cómo ha hecho movidas para asegurar impunidad. Su propuesta de reformas electorales no tocó el tema medular del financiamiento en parte para que puedan seguir habiendo más Fulanos y Menganos que financien, que presten facturas y demás cosas que se necesiten para seguir teniendo beneficios.
Ayer el Presidente atacó a La Hora y pidió pruebas, pero como estaba tan enojado no sé si se refería a las pruebas de que la Fundación Esperanza de Vida había donado medicamentos vencidos o que en el presupuesto tienen asignado Q9 millones para el 2017. De cualquier manera, se le presentan en la edición de hoy y de ambas cosas para que no quede duda.
Morales dijo que se acabó la fafa y ¡Qué bueno!, pero ahora que denuncie a quienes le han pedido o se les ha pagado fafa (no sé si se refería a los canales que le dieron de comer) y una vez tenga la entereza de hacerlo, que sean investigados junto con su hermano e hijo. Él y su equipo de comunicación lo han comentado, solo es que como bien dice, presenten las pruebas.