Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

Gracias a los medios de comunicación internacional y nacional, la mayoría de la población del mundo está enterada del proceso eleccionario y de las votaciones para elegir presidente, vicepresidente, senadores, diputados, gobernadores y demás autoridades en los Estados Unidos de Norteamérica.

La importancia de dichas elecciones y sus resultados afectan y, por consiguiente les importan a todos los países del mundo. Guatemala no es la excepción, según informes públicos, en este momento, alrededor de dos millones de hombres, mujeres y niños residen legalmente o ilegalmente en el territorio norteamericano.

La inmigración ha sido una constante en la conformación del pueblo y ciudadanía de ese país, cuyo principal símbolo es la Estatua de la Libertad que recibió en la entrada del puerto de Nueva York a los millones de inmigrantes que vinieron y conformaron lo que es la actual población proviniendo de Europa occidental, oriental, del Asia, del África y de América Latina. Es también de señalar que el territorio que hoy integra Estados Unidos fue la toma que se hizo de California, Texas, Nuevo México, y otros estados de lo que originalmente pertenecía a México.

También su población se vio incrementada al incorporarse a las trece colonias originales Florida, Luisiana, Alaska, y otros territorios. Por tanto, la ciudadanía norteamericana es un mosaico que incluye por lo menos a 200 mil personas de origen guatemalteco.

En lo personal, con la ayuda material de mis padres, tíos, primos, hermanas y otros numerosos parientes que emigraron como residentes a Estados Unidos y conforman hoy más de 100 ciudadanos con pleno derecho de elegir y de ser electos, lo mismo le sucede a miles por no decir a millones de latinoamericanos que deben de ejercer su voto, sabiendo que como pocas veces la elección la disputan dos candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia totalmente distintos.

Por el lado demócrata, una mujer brillante desde sus inicios como estudiante, experimentada en el ejercicio del poder público como senadora, como Primera Dama, como Secretaria de Estado. Por el otro lado, una persona agresiva en los negocios, sin experiencia política-social. Según las propias manifestaciones de cada uno de los candidatos, la propuesta de un futuro gobierno es totalmente distinta, la candidata mujer plantea encontrar la solución legal a la inmigración que ya tiene Estados Unidos, la mejora de salarios y la absolución y promoción de todos los norteamericanos. El candidato varón propone construir un muro en la frontera con México, deportar a todos los inmigrantes que actualmente vivan en Estados Unidos y no estén 100% legal, habla de aumentar la riqueza pero no de redistribuirla socialmente.

Las expresiones públicas, los programas de partido evidencian las diferencias, la polarización y la radicalización de la oferta electoral. Por ello, nuestros familiares, nuestros compatriotas deben de concurrir a votar ya que en la elección se juegan el presente y el futuro  de nuestras familias, de nuestros países y como reza un dicho: “por la pluma se conoce al pájaro”. Nadie puede decir que no es evidente la diferencia que hay entre quienes pretenden ser presidente y vicepresidente a propuesta del Partido Demócrata versus los del Partido Republicano.

¡Guatemala es primero!

Continuará.

Artículo anterior¿Ausencia deseable?
Artículo siguienteEl Instituto Técnico Vocacional “Fischmann” agoniza